Dilma es virtual presidenta y continuará a la izquierda de la economía de Lula

Obtuvo 46,91% en primera vuelta y disputará el balotaje el 31 de octubre. Las encuestas la señalan como clara ganadora: continuará con la política macro, pero con más profundidad. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Por Juan Pablo De Santis*

"Con Dilma, por el camino que Lula nos enseñó" es eslogan de campaña bendijo a Dilma Rousseff con el elíxir de 75% de imagen positiva que ostenta Lula Da Silva, a tres meses de dejar el poder tras ocho años de mandato. La candidata oficialista logró 46,7% en primera vuelta y ya se muestra como virtual presidenta de Brasil.

En materia económica Dilma seguirá "el camino de Lula", pero prometió profundizar el rol ejecutor del Estado en materia de política y gestión macroeconómica, lo que los analistas ven como un posicionamiento seductor a la izquierda del actual rumbo: ampliación del crédito público, conformación de grandes conglomerados estatales en áreas estratégicas y más tracción de la demanda agregada a partir de la acción del Estado.

La última encuesta disponible de la consultora Datafolha señala que en segunda vuelta Dilma obtendría entorno al 52% y José Serra, 39%. Ricardo Sennes, analista político de la consultora paulistana Prospectiva, sostiene que "Roussef está beneficiada por la alta imagen positiva de Lula, que es vista como una señal de continuidad, pero su visión de la relación entre el Estado y el mercado estaría a la izquierda del actual presidente". En otra palabras, la candidata profundizaría las actuales políticas económicas de Brasil que poseen al Estado como protagonista.

Esta fue la primera elección que enfrentó Dilma, una mujer que construyó su carrera política con un claro perfil ejecutivo y vinculada a los sectores de recursos naturales y energéticos. Se afilió al Partido de los Trabajadores en 2001, pero recién llegó a la mesa chica de Lula en los últimos tres años. Sennes destaca que "el armado político de la candidata oficialista también está soportado en su vice Michel Temer, un alfil del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, y reconocido por su alta capacidad de tejer alianzas y consensos" en el Congreso.

Los votantes reconocen en Lula (y esperan de su sucerosa) la capacidad de consolidar a Brasil como la mayor potencia económica de Sudamérica y ven el aspiracional de que el país ingrese -en algunos años- al club de las economías emergentes que marcan el pulso de los mercados. La profundización de la política económica que prometió Dilma durante la campaña se apoya en:

Política económica

Pocos cambios, pero incluirá una política fiscal más flexible: aumentará la meta de inflación, instrumentará una política de crédito más expansionista y el Banco Central jugará un rol "más keynesiano".

La política industrial será más vertical, centralizada y se utilizará a pleno al aparato estatal de crédito. Dará prioridad a productos brasileños en licitaciones estatales y promoverá empresas públicas en áreas donde el mercado se muestre ineficiente.

Infraestructura y empresas públicas

El Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) tendrá un rol clave en el financiamiento de obras de infraestructura. Pretende crear grandes conglomerados estatales en "áreas estratégicas", como energía y telecomunicaciones, allí proyecta que el Estado pueda brindar masivamente servicio de conexión a Internet por banda ancha.

Política social

Rousseff se mostró proclive a aumentar el salario mínimo en Brasil, contruir más viviendas sociales y fomentar la transferencia directa de renta a través del plan social Bolsa Familia. Analistas señalas que deberá prestar más atención a las dos áreas más criticadas del actual gobierno: infraestructura de la salud y educativa.

De acuerdo a las actuales proyecciones económicas que realizan analistas brasileños, a partir del año próximo la economía de Brasil podría crecer por arriba del 5% anual en los próximos cinco años: en esto tendrá que ver la expansión de la demanda a través del mercado interno; a través del consumo básico familiar, compra y producción de bienes durables y la construcción.

Relación económica con Argentina

De continuar con la actual política económica, principalmente los exportadores argentinos se verán beneficiados con el crecimiento de Brasil. Para Dante Sica, presidente de la consultora Abeceb, "los que exportan manufacturas industriales hacia Brasil se verán favorecidos por el tipo de cambio bilateral", que actualmente está en torno a $2,25 por cada real.

"La competitividad es a través del tipo de cambio y la expansión de la demanda agregada en Brasil, de continuar, beneficiará directamente a los sectores locales que atienden ese mercado", dijo Sica.

Apostilla empresaria de la elección

Dos grandes empresarios jugaron al debut y confirmación de su rol político.

Blairo Borges Maggi

El ex gobernador del Estado de Mato Grosso y uno de los mayores productores de soja de Brasil se aseguró una banca en el Senado Federal de Brasil. En su distrito ganó la primera senaduría con el 37,08% de los votos. Como empresario cosecha el 8% de la soja del país vecino, factura U$S 2.400 millones anuales, es el 17º mayor exportador de su país y posee una flota propia de 73 barcos.

Guilherme Leal

Se lanzó a la política como candidato a vicepresidente de la ecologista Marina Silva, que captó al 19,33% del electorado. El contraste con Silva es poderoso: ella ha sido una legisladora de izquierda, ex ministra de Medio Ambiente (2003-2008) y de origen popular. Leal es socio-fundador de la empresa de cosméticos Natura y el 437º hombre más rico del mundo, según Forbes. Su fortuna es de U$S 2,2 billones.

* Editor de FortunaWeb

Con información de Abeceb.com y consultora Prospectiva.

4/10/2010

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