El periodista especializado en economía recorre de manera detallada la actualidad Argentina en términos económicos, políticos y sociales. Su visión respecto de si queda lugar para el optimismo en un escenario como el que hoy atraviesa el país.
Damián Di Pace es Licenciado en Comunicación Social por la UBA, especializado en comunicación comunitaria y en planeamiento y administración estratégica en el Centro de Posgrados de la Facultad de Cs. Económicas (UBA). Tiene una maestría en Marketing Estratégico en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y es doctor en Economía por la Atlantic International University, Estados Unidos. Periodista especializado en economía con participación en medios digitales, televisivos y radiales nacionales e internacionales, y trabajó como consultor para el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo. Actualmente se desempeña como director de la consultora Focus Market. Su análisis sobre la actualidad local y cuánto tiempo tiene Javier Milei para que la situación mejore.
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Fortuna: ¿Cuál es su análisis sobre la actualidad de Argentina en términos económicos, políticos y sociales?
Di Pace: Desde el punto de vista económico, el gobierno logró revertir expectativas que el mercado tenía muy negativas. Las reservas del BCRA de u$s 21.000 millones pasaron ahora a u$s 28.000 millones; logró acumular reservas netas negativas de 7.000 millones frente a 11.000 millones que había recibido; logró doblegar al mercado respecto a la expectativa de devaluación del peso frente al dólar de tipo cambio oficial mayorista. Imagínate que, para el mes de abril, en diciembre, el mercado previó un dólar de tipo cambio oficial de 1.100. A su vez, logró que la cotización de los bonos creciera 47% en dólares y bajó sustancialmente el riesgo país. La brecha cambiaria que estaba en 167% ahora está en el orden del 20%. Logró que el mercado acepte y le permita renovación de deuda y extensión de los plazos hacia el año que viene. Eso implica que en Argentina ya se pagan mucho menos rendimientos e intereses si tiene que emitir para pagar esas colocaciones. Y a su vez, absorbió un montón de peso en el mercado con estos títulos. Esto da la pauta de que, en tan poco tiempo, desde el punto de vista financiero, Argentina logró superávit fiscal, superávit comercial, superávit primario, y efectivamente está mostrando una mejora de las expectativas financieras. Entonces, ahí tenés una mirada financiera macro muy buena.
Fortuna: ¿El problema está en la macro y microeconomía entonces?
Di Pace: Claro, porque en el transitar está la micro, que es como el submundo, porque si vos lográs equilibrar la macro, pero la micro no va bien, en algún momento la macro va a andar mal porque te cae la recaudación, te cae IVA, te cae ganancia, y es un sistema que tiene que trabajar de manera fluida. La economía depende, efectivamente, de que a la micro le vaya bien para que la macro sea saludable en el tiempo. Entonces, ahora tenés una micro que tuvo un diciembre-enero muy pero muy complejo, donde ves que el nivel de actividad en febrero y en marzo comienza a desacelerar, una caída muy abrupta de la economía y logra tener buenos resultados respecto también de desaceleración de la inflación, que es un tema más importante hoy respecto de la previsibilidad de la economía productiva respecto del consumidor, del argentino a pie. Toda esta situación económica se da en el marco de un condicionamiento donde el fundamento económico ahora requiere el político para darle previsibilidad en la confianza y credibilidad del mediano plazo. Y eso está atado a la Ley Ómnibus y a lo que pase con el DNU. En definitiva, Argentina requiere de cambios estructurales que están incorporados dentro de esa Ley Ómnibus. Entonces, el próximo mes y medio se define el mediano plazo. Para mí, a través de la política, se define el mediano plazo de la economía.
Fortuna: ¿Por qué?
Di Pace: Porque, en el corto, la economía puede ir en V corta, cae, rebota, tarda un poquito más, pero en algún momento se va a recuperar. Es una especie de efecto electrocardiograma. Nunca crece de forma sostenida como pasó en el resto de la región. Estamos hablando de generar fundamentos ahora políticos porque lograste aprobar reformas necesarias para que esa economía crezca de forma sostenida en el tiempo. En lo social, que vendría a ser el escalón más llano, es la sociedad la que ve esta recesión con ilusión o ve esta recesión con ajuste. Y eso va a la agenda política también, es una respuesta de la política a la sociedad. El nivel de ajuste y el esfuerzo que estoy haciendo ¿efectivamente vale la pena?
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Fortuna: ¿Cuánto tiempo “de gracia” cree que darán los ciudadanos a Javier Milei?
Di Pace: El proceso de ajuste pretende apagar dos motores de la economía importantes: inversión pública y consumo público. Que el gobierno no lo va a volver a encender. Y tampoco está dispuesto a ceder el equilibrio fiscal y gasto público, por lo cual ese motor va a seguir apagado. Si la Ley avanza implicaría Reforma Laboral, darles garantía a las inversiones extranjeras directas; a las grandes inversiones; darle previsibilidad incluso al sector privado, reglas de juego al sector privado, blanqueo. Entonces, ¿qué implicaría? Que podamos cambiar de motor muy rápidamente, a partir de ese pacto del 25 de mayo, del sector público apagado y pasar al sector privado. Porque cambiando las reglas de juego la sociedad no se va a tener que preocupar por si efectivamente la economía va a crecer o no, o si el consumo va a crecer o no. Va a crecer porque va a agilizar la economía. Pero si eso no se da, veremos si la sociedad soporta. Esto implica una respuesta social al accionar político y esa respuesta yo no la tengo.
Fortuna: Supongamos que se aprueba y esto avanza y se dan esas reformas que está planteando y empiezan a verse esos cambios que de alguna manera derraman en la sociedad en términos económicos. ¿De qué tiempo hablamos?
Di Pace: Tenía un profesor de historia que decía que la historia se hace con una tijera. Depende mucho de cómo queda esa Ley Ómnibus y cómo se aplica la tijera en el Congreso. Si es el paquete conjunto, el impacto va a ser inmediato. Pero si es con tijera, sin la Ley Ómnibus, va a ser sin crecimiento sostenible al tiempo. Vayamos a lo que va a pasar con la gente. Veníamos de una economía que efectivamente crecía porque el sector público la dinamizaba. Pero para que el sector público dinamice la economía, la famosa demanda agregada, nosotros generamos que el sector público, las inversiones, la obra pública, crezca el consumo público, etcétera, eso se financió con cuatro combustibles: impuestos, deuda externa, deuda local y emisión monetaria e inflación galopante. Ahora el sector privado tiene que ser protagonista. La única forma que en Argentina mejore el ingreso es que alguien invierta, extraiga algo de la naturaleza, produzca, distribuya, comercialice, genere empleo, y ese empleo genere consumo. Cuanto más producís, mejor ingreso podés generar. Cuanto más producís y más generás en la economía, más estabilidad le vas a poder dar tu moneda. Se soluciona con la economía, no con la política, pero la política define los lineamientos económicos.
Fortuna: ¿Cuáles son esas cosas que de manera urgente deberían darse para que efectivamente esto pase, para que haya más inversión, para que haya más actividad, para que la economía se revierta a favor de que haya más empleo, mejores salarios, y toda esta rueda de la que venimos hablando?
Di Pace: Primero hay que equilibrar la macro conteniendo la micro. ¿Qué es contener la micro? Se pueden hacer muchas cosas desde la micro para dejar que el paciente sobreviva antes de matarlo. No podemos seguir ahogando a las personas que quieren trabajar, a los monotributistas, a los autónomos, a los emprendedores, a las PYMES.
Fortuna: ¿Es posible resumir la actualidad de Argentina en pocas palabras?
Di Pace: Son varias las sensaciones que tengo. Por un lado, que Argentina es pobre porque quiere, no es rico no porque no puede, sino porque no lo dejan. El país tiene todas las virtudes para extraer eficientemente la riqueza y lo hace de manera ineficiente, por la burocracia, por la política, porque se enfoca en otras cuestiones. Por otro lado, las oportunidades del país en el contexto global son inéditas nuevamente porque el mundo todavía está demandando energía y nos quedan solo 25 años porque después se va a pasar a las energías renovables; porque el mundo está demandando litio y seríamos el segundo productor de litio, estamos entre las dos reservas más importantes; porque Argentina tiene mucho para crecer en todos sus frentes, sector de minerales, de pesca, agrario. Hacia adelante, los fundamentos y las potencialidades económicas están en una agenda política que se ausenta cuando la oportunidad está presente.
Fortuna: Ante este escenario, ¿queda lugar para ser optimistas como sociedad?
Di Pace: La sociedad tiene que ser optimista porque Argentina necesita salir de los polos opuestos. Siempre fuimos de un polo al otro, de norte a sur, mientras que los países de América Latina que crecieron de forma sostenida, con visiones diferentes, nunca dejaron de ver un norte. Sea por derecha o por izquierda, tenemos que entender que el norte no se cambia, tenemos que volver a encontrar el norte.
