Reforma electoral: un cambio positivo pero insuficiente

Redacción Fortuna

El proyecto de Ley de Reforma Electoral presentada por el Gobierno en la Cámara de Diputados es un gran paso para tener en nuestro país un procedimiento electoral transparente y eficiente, gracias a la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE). Todos coincidimos en ese punto, pero aún no se está hablando de ciertos riesgos que trae la reforma que pueden solucionarse con pequeños cambios.

Los expertos señalaron que, si la reforma se aprueba como fue presentada, llevaría a la desaparición de los partidos políticos provinciales y municipales, prolongando el funcionamiento de la lista sábana horizontal. Esto se debe a los artículos 64 y 69 del proyecto de reforma, que modifican la Ley 26.571 (Ley de las PASO) en sus artículos 24 y 40 limitan toda la votación dentro de una única alianza en las PASO. Esto implica que no se puede cortar boleta votando a distintos partidos en las distintas categorías.

Por ejemplo, si se quiere votar a un partido vecinal o provincial independiente o con boleta corta en una categoría hay que votar en blanco en el resto de las categorías. Hay que considerar que los partidos locales ya corren con la desventaja de no tener los recursos que si poseen los partidos nacionales. La reforma añade un gran desincentivo para votarlos en las PASO, produciéndole mayores dificultades para superar el piso del 1,5% que estipulan las PASO.

Se deben modificar estos dos artículos y aprovechar esta oportunidad para eliminar la lista sábana horizontal que tanto fastidia al electorado, especialmente en Buenos Aires. La propuesta consiste en poder votar en diferentes internas en los tres niveles. Primero la persona vota por categoría o boleta completa solo en los cargos nacionales, repitiendo el procedimiento en los cargos provinciales y en los cargos municipales, cada uno en la misma pantalla pero uno atrás del otro. Este procedimiento se utilizaría tanto en las PASO como en las elecciones generales, para que sea más simple para el electorado.

El resultante es una mayor libertad del elector a la hora de escoger sus representantes en los distintos niveles gubernamentales. Sea a toda una misma alianza, o diversificando en distintas categorías. Esto marcaría el fin de la lista sábana completa, de punta a punta, dando más lugar y peso a las elecciones subnacionales y descentralizando el poder.

Las modificaciones concretas

1) El artículo 64 debería quedar redactado de esta manera: “Artículo 24 de la ley 26.571:: “Cada elector emitirá un solo voto por cada categoría de cargos a elegir, pudiendo optar entre distintas listas dentro de una única primaria a nivel nacional, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 39 de esta ley. En los casos en donde las provincias adhieran en los términos de la Ley de Simultaneidad de Elecciones Nacionales y Provinciales, los electores podrán seleccionar una interna diferente en los distintos niveles gubernamentales, es decir nacional, provincial y municipal.”

2) Modificación del Artículo 69 del proyecto de Ley. El artículo 40 de la ley 26.571 quedaría así: “Como primer paso en el proceso de emisión del voto, el elector deberá optar por una única primaria nacional en la cual participar. A continuación, al haber ingresado en esa primaria, podrá decidir si votar por “categoría” seleccionando su preferencia entre las listas internas que compitan en cada una de ellas, o, por “boleta completa”. La opción por “boleta completa” presenta al elector dos o más listas unidas de diferentes categorías. El voto por “boleta completa” implica el voto en forma indivisible de todas las categorías que la conforman. Una vez realizado dicho proceso en las primarias a nivel nacional, se repetirá en la misma pantalla en los cargos de los niveles provinciales y municipales.”

3) En el Artículo 13 del proyecto de Reforma Electoral:

Que el artículo Artículo 63 bis (PRESENTACIÓN DE LA OFERTA ELECTORAL EN LA PANTALLA), quede redactado de esta manera:“La pantalla del dispositivo de votación presentará al elector en forma fraccionada las distintas elecciones que se lleven a cabo en sus distintos niveles, nacional, provincial y municipal, y la opción de votar por categoría o por boleta completa para cada nivel. La opción por categoría presenta al elector la oferta electoral en cada una de las categorías de cargos, de forma separada. La opción por boleta completa presenta al elector dos o más boletas unidas de diferentes categorías. El voto a través de la opción por boleta completa implica el voto por todas las categorías de cargos a elegir que la conforman. Las boletas completas serán conformadas según los resultados que arrojaren las elecciones primarias. Cada boleta completa será conformada, únicamente, con la lista ganadora o definitiva en cada categoría de cargo, de cada agrupación política que haya compartido una misma primaria en los términos del artículo 39 de la ley 26.571. Cada lista de candidatos de cada categoría de cargo a elegir sólo podrá conformar una boleta completa. Los mismos requisitos aplicarán en caso de simultaneidad de elecciones.”

La lista sábana

El gran problema de fondo que debería tratar la reforma es el uso del sistema de lista completa y la selección de legisladores por sistema D’Hont, que distorsiona fatalmente el sistema constitucional (conocido como lista sábana). Basta preguntar a quién votó como diputado, legislador y como concejal de su barrio a cualquier ciudadano para darnos cuenta de que nadie no conoce prácticamente a ninguno, salvo, tal vez, al primero de la lista. Queda demostrado que esta persona no eligió a sus representantes, ni los conoce. Eligió a la lista confeccionada por un jefe partidario. Naturalmente, si resultan elegidos, los legisladores y diputados pasan a deberle “lealtad” a dicho jefe. De esta manera los diputados y legisladores pierden autonomía, ya que saben que su reelección no estará en función de la opinión de los ciudadanos de su provincia sino del líder. Así se destruyen los dos primeros principios: la representatividad y la república.

El problema es que no hay consenso para debatir este tema porque son los propios políticos actuando como corporación los que se rehúsan hacerlo. Todos repiten las mismas viejas excusas. Que es un problema sólo para los grandes distritos, o que un cambio podría generar sobrerepresentación de las mayorías. Pero estas son excusas. El sistema bi-nominal, utilizado en Chile, o el Sistema de Voto Único Transferible (VUT), utilizado en Australia e Irlanda, permiten evitar esa sobrerepresentación. Incluso el VUT es un sistema perfectamente proporcional, pero también es nominativo, (el elector elige por nombre y apellido a cada candidato) de modo que tiene las ventajas del sistema proporcional pero no sus desventajas.

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Por Agustín Etchebarne y Marcos Hilding Ohlsson, Fundación Libertad y Progreso.

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