Inversionistas y analistas económicas del mundo apuntan al devaluado peso argentino como uno de los responsables de la nueva crisis global. La lira turca, también en la mira.Por Emiliano G. Arnáez
Dos causas de origen internacional parecieran estar golpeando de manera directa por estas horas a las economías del mundo denominadas "emergentes". El temor de que la Reserva Federal estadounidense reduzca los estímulos a la economía por un lado por un lado, y la devaluación argentina por el otro, tienen para los analistas fuerte incidencia en las monedas de países como Turquía, Sudáfrica, Rusia, India y Brasil.
Tal como señaló Diario PERFIL en su edición dominical, en el mundo ya se habla del "efecto Tango", el cual describe la reacción del escenario económico global ante la devaluación de la moneda argentina. Si bien Cristina Fernández de Kirchner y sus enviados firmaron ante el Grupo de los 20 un compromiso para evitar las "devaluaciones competitivas", la depreciación del peso se acrecentó drásticamente en los últimos meses.
Este miércoles, la directora del FMI Christine Lagarde sostuvo que el "ajuste de las políticas monetarias" en economías en desarrollo provocará este año "volatilidad en los mercados internacionales" y "tendrá impacto en ciertas economías de países emergentes".
Estos mercados emergentes se estremecieron durante las últimas jornadas tras una masiva salida de inversores preocupados por un menor estímulo monetario de Estados Unidos y una desaceleración en China, junto a un desplome de la moneda argentina que revivió temores a la crisis financiera de ese país en 2012, consignó Reuters. Una repentina estampida de inversores podría golpear las perspectivas de los países en desarrollo, con la posibilidad de contagiar a las naciones desarrolladas, justo cuando la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para seguir recortando su estímulo monetario.
Medios especializados como el Diario Financiero de Chile, destacó la "caída de monedas" que arrastró a las principales bolsas de Asia, donde revivieron el fantasma de la crisis de 1997. El banco central de Turquía se reunió de emergencia para intentar detener el derrumbe de la lira, que según analistas de Citigroup podría provocar otro contagio a nivel sistémico.
El índice de Bloomberg de las 20 monedas emergentes más transaccionadas cayó 1,2% la semana pasada, extendiendo su declive en el último año a 9,4%, su mayor retroceso desde 2008. Descartando el peso argentino, el ranking de las divisas más afectadas son integradas entre otras por el rand sudafricano o el rublo ruso, que descienden más de un 3% contra el euro en los últimos tres días. La divisa europea superó en la tarde de este miércoles el umbral de 48 rublos por euro. A la par, la rupia India y el real brasileño, registran descensos superiores al 2%.
"Argentina prendió la mecha, pero el fuego afecta ya a algunas de las economías emergentes de mayor tamaño", dice por su parte El Economista de España. El "resultado del incendio", explica el medio, es que las "llamas alcanzan ya a las divisas de algunas de las economías emergentes más grandes (como las de Sudáfrica, India, Brasil, Rusia, Corea del Sur o Turquía), que pierden de media un 3%" desde la semana pasada.
Para la calificadora de riesgo Moody's la depreciación del peso argentino "no está acompañada de ningún plan evidente para frenar el efecto inflacionario de la devaluación" y, por ello, la agencia de calificación asegura que el peso caerá en 2014 otro 50 por ciento. Por su parte, desde Goldman Sachs aseguran que de acuerdo con sus proyecciones, "el nivel de reservas del Banco Central caerá a 21.600 millones al final de 2014, después de experimentar una caída de 9.200 millones en el año".
Por último, habrá que esperar las últimas decisiones de la Reserva Federal de los Estados Unidos. La Fed recortó este mes su paquete de estímulo en 10.000 millones de dólares para establecerlo en 75.000 millones al mes. "Cuando el dinero barato se va acabando, los países emergentes se ven más expuestos a sus propios fundamentos. En particular, son más vulnerables los países con mayor déficit de cuenta corriente", estimó Jane Foley, analista de Rabobank a la agencia AFP.
Esta compleja situación se veía a la distancia, pero parecería que Argentina fue en este caso quien encendió la chispa necesaria para el presente escenario de riesgo.
Para el economista Luis Palma Cané, Argentina no es víctima de ataques especulativos exteriores, sino que es "exactamente al revés". En diálogo con radio Mitre, el experto explicó que "este movimiento contra las monedas emergentes, no cabe ninguna duda que es un efecto contagio de lo que pasó en la Argentina en los últimos 10 días". "Es una realidad que las monedas de los países emergentes, como Turquía, Brasil, Sudáfrica y Rusia han sufrido en los últimos 10 días un 'ataque' que no es más que un retiro de capitales por temor a que su moneda también se desvalorice".
29-1-2014