Junto a Jefatura de Gabinete, difundirá un documento con el programa de baja del gasto. Con menos subsidios, “ajuste licuado” y revisiones “hormiga”, buscan enviar señales a inversores.
Con Nicolás Dujovne como ministro de Hacienda tras la salida de Alfonso Prat-Gay, llega a la Casa Rosda uno de los autores del plan fiscal de Cambiemos, elaborado en la Fundación Pensar durante los años previos a la llegada al poder. “Era lógico que tuviera un cargo, porque el 80% de sus compañeros en el think tank ya estaban en la gestión”, cuentan quienes lo nombraron. Allí adelantan que si bien “Nico” no trae “cambios de fondo” en la política del presidente Mauricio Macri, sí habrá más claridad para llevar de forma gradual “lo más cerca de cero posible” la diferencia entre ingresos y egresos del Estado, es decir, el déficit fiscal.
Ayer por la mañana, de hecho, Dujovne compartió una larga reunión con su flamante colega, el ministro Luis Caputo, el jefe de Interior, Rogelio Frigerio, y la conducción del Gobierno: el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y las dos espadas coordinadoras, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Allí, ya empezaron a delinear lo que consideran central para 2017: un plan de mediano plazo de reducción del gasto público, una medida que junto con cambios en convenios laborales y mejoras de productividad, conforman una agenda ingrata políticamente pero que Cambiemos considera clave para seducir inversiones.
Números. El propio Dujovne lo había escrito el 20 de diciembre en el diario La Nación: “La principal duda de los inversores se refiere a la capacidad del Gobierno de reducir el déficit”. La meta era llegar al 4,8% del PBI de déficit para este año, y al 4,2% para el año que viene. “Vamos a explicar en un documento que esperamos difundir en enero qué pasó con las cuentas públicas este año, donde hubo contaminación de la herencia, y cuál será el sendero a seguir”, dice una alta fuente de la conducción económica.
Si bien los datos de 2017 ya están en el presupuesto y Prat-Gay había dado a conocer metas de reducción para su gestión, ahora buscarán dar más “detalles” de cómo se conseguirán esos números. El cuarteto Peña-Lopetegui-Quintana-Dujovne cree que hay tres vías para bajar el rojo de las cuentas públicas, que en términos nominales suma unos $ 500 mil millones:
◆ “Reordenar el gasto improductivo en los ministerios”, relatan, “algo que Dujovne conoce a la perfección”, según dicen.
◆ Ir congelando los aumentos de las partidas del presupuesto, o aumentándolos por debajo de la inflación, para que, con una economía en crecimiento, “se licúe” su peso en el total de la economía.
◆ Seguir bajando los subsidios a transporte y energía, que este año insumieron 3 puntos del 4,8 total de déficit. “La previsión de que habrá aumentos de tarifas nos deja tranquilos de que se cumplirá esa reducción”, dicen en Gobierno.
◆ Revisar otros subsidios por fuera de ellos, en especial los vinculados a “empresas públicas que no son tan conocidas”, como Yacimientos Río Turbio, el astillero Tandanor o Fabricaciones Militares, que insumen unos $ 50 mil millones por año.
La idea oficial es cerrar la presentación del “sendero fiscal” en el comienzo del verano, para empezar a mostrarlo ante ronda de inversores, economistas y fondos de inversión, con dos objetivos: asegurar inversiones en 2018, de pronóstico incierto en materia de crecimiento, y bajar el costo de financiamiento del Tesoro. ¿Es viable con elecciones? “Tenemos la inteligencia política para hacerlo”, se jactan y dicen que “hay demasiado mito con las elecciones”.
Por Jairo Straccia. | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.