Por Mario Rodríguez Muñoz / Por qué se fue Iguacel: la relación con Dujovne, los beneficios en Vaca Muerta. Qué dicen en Hacienda.
A pesar del calor de hoy, 28 de diciembre, el baldazo de agua fría sólo sirvió para mostrar que los ánimos en el Gobierno siguen calientes. Por un lado, está la gente cercana al ahora renunciado secretario de Energía, Javier Iguacel, que no sólo mira a su jefe, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, con recelo. Primero por una relación que nunca se mantuvo en los mejores carriles. Además de apuntar que los aumentos en la energía anunciados ayer tenía aval "de arriba", según dicen en este sector, ya que "el ingeniero (Iguacel) jamás se lanzaría a hacer estos anuncios sin el ok de los estratos más altos del Gabinete".
El incremento del 35% para el gas para compensar a las empresas del sector por la devaluación fue uno de los problemas que le plantearon desde Hacienda a Iguacel. A pesar que desde la secretaría de Energía no se cansaban de decir que, a pesar de este aumento, las tarifas de luz y gas en CABA y GBA siguen siendo las más bajas del país.
También, en la cercanías de Iguacel señalan que este era un final prácticamente anunciado. Que esperaba este desplazamiento, pero no justo después de los anuncios. De allí que el ahora ex secretario se hubiera guardado de la exposición pública desde hace semanas. Por el lado de Hacienda, reconocen que cuando era Ministerio y ahora Secretaría, Energía siempre fue una papa caliente por el impacto que producen los aumentos en la sociedad, y más cuando llega un año electoral. Que es difícil manejar y sobre todo coordinar con las políticas públicas del Gobierno.
Como ejemplo muestran que la decisión de déficit cero chocaba con la intención de Iguacel de seguir avalando los incentivos a las empresas productoras de gas en Vaca Muerta. El ex secretario, según sus allegados, defendía esa política de estímulos por dos razones: que llegaran más empresas dispuestas a invertir y, por otro, por el riesgo que se muestra hacia el exterior con los problemas judiciales de Paolo Rocca, el dueño de una de las pocas multinacionales argentinas con fuertes intereses en la zona.
Otro tema que señalan los cercanos a Iguacel: el ex secretario es ingeniero en Petróleo, mientras que su sucesor, Gustavo Lopetegui, no tiene nada que ver con el sector energético.