Las nuevas tendencias en eventos de fin de año

Distintas opciones empresariales para la despedida de 2013. Costos, estilos y propuestas.

Redacción Fortuna

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Se “voló” el almanaque, y cada vez mas compañías organizan un festejo para cerrar el calendario con su gente. Según Marcelo Gordín, Director de Énfasis Motivation Company, empresa dedicada al diseño y realización de eventos corporativos para motivar al personal, no caben dudas que después de compartir una fiesta, algo cambia en los vínculos. “Mejorar la relación del equipo a través de actividades como la fiesta de fin de año, a la larga contribuye a los resultados de la compañía”.

Federico Fontenla, responsable de RRHH y Marketing de Mobiliarios Fontenla, coincide. “Lo que suma es humanizarnos, ver

que atrás de cada Gerente hay una persona que se divierte como todos, y romper ese esquema laboral. Para nosotros, la fiesta es un lugar donde se dejan de lado las posiciones jerárquicas y la situación laboral”. Ya hace varios años que su empresa organiza un festejo con catering, música, juegos grupales, sorteo de regalos y entrega de premios al mejor compañero. “Es un momento del año en que se hace un repaso”, dice.

Gordin indica que cada vez hay más opciones para realizar el evento. “Hay fiestas que se hacen de día y al aire libre; con o sin la familia del personal; con pileta, con juegos de kermesse, con espectáculos y acrobacia, de noche, con baile, con mucha tecnología”, explica. Así mismo algunas empresas prefieren contratar el show de un grupo famoso y otras eligen un show de covers, que aunque menos glamoroso es igualmente bueno para bailar y divertirse.

Hay compañías que cuentan con un programa de RRHH con el que llevan adelante diferentes acciones de motivación, de integración y de comunicación interna, dentro de las cuales la fiesta es una parte más que acompaña todo el proceso.  Leonardo Wolk, Psicólogo y consultor especializado en coaching organizacional, opina que “en estos tiempos que corren y hablando de valores, ha cambiado mucho el concepto de compromiso entre el personal y la empresa. Las fiestas corporativas de fin de año son valiosas como reconocimiento y gratitud, y como celebración de logros alcanzados con el esfuerzo colectivo”, opina.

“Nosotros tuvimos un excelente año de trabajo, y decidimos realizar nuestra fiesta en un bar contratado exclusivamente para nosotros”, dice Blas Briceño, Presidente de Finnegans, desarrolladora de soluciones tecnológicas de negocios para empresas. Por su parte Andres Distel, Gerente de Marketing de Cetrogar, cadena de retail con 62 sucursales en 12 provincias, cuenta los planes de la empresa, que tiene su casa matriz en Chaco: “Vamos a hacer una reunión en un centro de convenciones de Resistencia para todos los colaboradores de la sede central, unas 300 personas, y luego hacemos por separado un festejo en cada sucursal”, dice.

Una preferencia ya instalada, es la de reemplazar la mesa formal por un menú informal y un espacio ambientado con livings y áreas sectorizadas, lo que permite que el personal “circule”.  Este estilo de catering resulta en una fiesta más amigable y descontracturada, que alienta el intercambio social.  Gordin explica que “el management comprendió que al realizar un evento con 100, 500 o 1.000 personas sentadas en mesas, el intercambio solo se da entre quienes comparten la  misma mesa. En cambio, si se ofrece un servicio más relajado, la interacción resulta mucho más integradora”.

Respecto al menú, se fue aggiornando para brindar opciones mucho más gourmet, lo que sin duda ofrece un abanico de posibilidades. “Finnegans ha seleccionado un excelente chef que nos preparará unas tapas para degustar durante el evento”, dice el Presidente de esa empresa. Pero “cuando se piensa en una fiesta multitudinaria, vuelven a ocupar un lugar de privilegio las opciones más clásicas como pollo o lomo, obligadas por un aspecto logístico que condiciona el menú”, señala el Director de Enfasis, que ha organizado mega eventos para varios miles de personas.

Otra tendencia que se va imponiendo es dar espacio al personal para que participe en la organización de la fiesta. Las empresas más grandes forman un comité con integrantes de distintas áreas de la compañía, mientras que las Pymes adoptan distintas estrategias, en el mismo sentido. “Siempre es importante que el staff se involucre, es parte del sistema”, indica Wolk. “Además daremos reconocimientos a la trayectoria de algunos empleados, premiando su dedicación y antigüedad en la empresa”, dice Briceño.

En Fontenla también brindan al personal la oportunidad de mostrar una veta artística. “Hay quienes tocan un instrumento, cantan, actuan, bailan,  es algo divertido y hasta emotivo. Es una oportunidad de mostrarse como algo más que el puesto de trabajo que uno ocupa”, cuenta Federico Fontenla, quien al mismo tiempo de tener un rol en la empresa familiar, es músico.

Gordin considera que la fiesta de fin de año de la empresa es un momento clave de la vida institucional, porque puede ser la única ocasión del año en que la organización consiga reunir a toda su gente en un solo lugar y al mismo tiempo, frente al Director. Por eso hay que aprovechar esta gran oportunidad para comunicarse en forma directa, hablar de las perspectivas de la organización, y reforzar conceptos que la empresa valora en cuanto a la cultura, el clima o los valores corporativos.

El Gerente de Cetrogar cuenta que para el festejo hay previsto un programa de acciones. “Vamos a ir mixeando un discurso corporativo, con un mensaje de evaluación del año mas las expectativas para el año siguiente”. En el caso de Fontenla realizan un brindis, pero no muy formal. “La fiesta de fin de año no nos parece el momento para hacer un balance muy profundo, porque justamente,  no queremos meternos demasiado en lo laboral”, explica.

Haciendo cuentas. Hay compañías que inicialmente se proponen hacer una fiesta con “más vuelo”, pero se ven obligadas a ajustar la propuesta a sus posibilidades económicas. Lo cierto es que la inflación se convirtió en un “convidado de piedra” y comparando las fiestas 2013 con las del año pasado, el incremento de los costos bordea el 25%.

Aunque en el interior los costos pueden variar mucho, para realizar la fiesta corporativa de fin de año 2013 en Buenos Aires, las compañías más grandes llegan a invertir unos $900 por invitado. Cabe señalar que sin contar los shows en vivo, los ítems que resultan más costosos son el alquiler del salón y el catering . En general, estas dos variables significan hasta el 50% del costo por persona. El valor de los shows varía, según si se contrata a un grupo famoso o un grupo de covers. Los grupos famosos cobran honorarios entre 70.000 y 150.000 pesos. Un grupo de covers puede costar entre $12.000 y $15.000.

Finalmente, se está imponiendo la onda verde, en eco-eventos donde la seguridad y el cuidado del planeta son temas centrales. En ese sentido Briceño cuenta que “este año, nuevamente los ingredientes del menú y los regalos para clientes, periodistas y colaboradores serán provistos por un almacén orgánico, que acompaña nuestra filosofía de revalorizar lo natural”.

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