Presiones que enfrentan las reservas del BCRA

Por Ramiro Castiñeira *

Redacción Fortuna

En la primera semana de octubre continuó la pérdida de reservas para mantener estable el tipo de cambio. Números oficiales advierten que por la intervención en el mercado cambiario, el Banco Central argentino vendió US$ 466 millones y las reservas cerraron en US$ 48.235 millones en la primera semana del mes.

En efecto, las reservas del BCRA no pueden financiar en forma indefinida el déficit en cuenta corriente, el pago de la deuda y ahora también, la salida de capitales.

En suma, el deterioro de la macroeconomía local en los últimos años (pérdida del superávit fiscal, externo, cambiario y energético), deja más expuesta a la economía a una nueva crisis, al mismo tiempo que incrementa las chances de que sea el tipo de cambio en el que termine por re equilibrar las cuentas externas.

A la necesidad de financiar el déficit de cuenta corriente, el Gobierno también paga los vencimientos de la deuda pública con reservas, a lo que también se suma una cuantiosa salida de capitales privados este año. Dicho de otra manera, al déficit en cuenta corriente, se adiciona el déficit en la cuenta capital del balance de pagos, lo que deja expuesta a las reservas como variable de ajuste para financiar el déficit externo.

El déficit en cuenta corriente implica que el saldo comercial ya no alcanza para pagar la suma de los intereses de la deuda externa y transferencia de utilidades de multinacionales, por lo que la diferencia se termina saldando con ingreso de capitales y/o uso de reservas del Central.

Este año volvió al déficit en cuenta corriente en el balance de pagos, indicador que también advierte que se agotó el colchón cambiario. Si bien por ahora el déficit externo es uno de los más chicos de Latinoamérica (-0,6% del PBI), lo cierto es que anticipa un cambio crucial respecto a la dinámica que observó la economía en la posconvertibilidad.

Todo esto quedó plasmado en la evolución de las reservas este año. En principio, no crecieron ante la reaparición del déficit en cuenta corriente, e incluso descendieron en los meses de marzo y agosto tras los pagos más significativos de la deuda pública.

El deterioro del contexto internacional y la incertidumbre de su impacto sobre una economía que agotó sus colchones activó una salida de capitales que tomó tal magnitud que dejó expuestas a las reservas, dada la férrea estrategia del BCRA de no dejar subir el tipo de cambio de $ 4,21, pese a que el presupuesto 2012 anticipa un promedio de $ 4,40.

En números, sólo en el último trimestre la salida de capitales rondó los US$ 8.400 millones, según nuestras estimaciones (alcanzando un nivel crítico para la actividad económica, si todos compran dólares en vez de bienes y servicios), de los cuales US$ 2.664 millones (el 30%) lo financió el BCRA con sus reservas.

* Economista jefe de Econométrica S.A.

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19-10-2011

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