La casa inteligente, a la vuelta de la esquina

Controlar toda la casa desde un smartphone está más cerca de lo que se cree. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

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Por Jan Ungruhe (dpa)

Para disfrutar de una noche de cine entre las cuatro paredes de casa hay prepararse bien. En el futuro, sin embargo, quizás baste con pulsar un botón y todo estará listo para que comience la función. "Pulsando el interruptor, la luz automáticamente se atenúa, las persianas se bajan y se enciende la instalación de cine en casa", dice Tobias Arns, directivo de la Asociación Alemana de la Tecnología de la Información (Bitkom), al describir lo que todavía es una visión de futuro.

Sin embargo, tales escenarios no pertenecen a un futuro lejano, porque los sistemas necesarios para que este sueño se haga realidad, ya existen. La integración en la red de muchos aparatos domésticos se llama Smart Home (casa inteligente). "Probablemente no va a ocurrir en 2014, pero se prevé que a más tardar en 2015 se logre irrumpir con esta técnica en el mercado de masas", dice Arns.

Hay algunas razones que explican por qué este paso decisivo aún no se ha producido. "La investigación ya ha avanzado muchísimo", dice Dirk Timmermann, profesor de electrotecnia de la Universidad de Rostock, Alemania. "Sin embargo, muchos aparatos aún no hablan el idioma de los otros aparatos", explica el experto.

Lo que actualmente ya está funcionando bien son los aparatos relativamente sencillos como los enchufes y lámparas con tecnología WLAN, que se pueden controlar y programar por Internet. Se introduce el interruptor en un enchufe normal y se conecta con el router de la casa. Probablemente, para la mayoría de los usuarios la instalación de los aparatos es bastante sencilla. "Para personas que tienen ciertos conocimientos técnicos, esto no es ningún problema, pero a la mayoría de las personas mayores esto les puede resultar difícil", dice Timmermann.

"Todos los aparatos eléctricos que están conectados a ese enchufe pueden encenderse y apagarse desde cualquier sitio, por ejemplo a través del navegador o con una app del smartphone", explica Tobias Arns. Además, el usuario puede elaborar un cronograma para activar a determinadas horas lámparas y aparatos eléctricos, por ejemplo. "Algunos enchufes WLAN disponen de sensores de temperatura o conocen las horas de salida y puesta del sol, de modo que estos datos también pueden activar el interruptor de encendido/apagado", dice Arns.

De modo similar funcionan las lámparas LED con WLAN. Sin embargo, con las apps adecuadas no sólo es posible encenderlas y apagarlas y programarlas para determinadas horas, sino también controlarlas de forma más detallada. De esta manera, muchos modelos le permiten al usuario elegir la luminosidad y el color fosforescente, por ejemplo.

Sin embargo, el mayor confort no es la única ganancia. "Los aparatos vinculan la comodidad con un pensamiento ecológico y económico", dice Timmermann. Por ejemplo, también la calefacción se puede controlar con el smartphone: "Ya existen sistemas que apagan la calefacción cuando el último habitante abandona la casa con el smartphone", dice el experto. Además, algunos enchufes WLAN disponen de un chip que mide la corriente eléctrica. "Así puedo ver a finales de año cuánta electricidad consume precisamente este enchufe", explica Timmermann.

Sin embargo, muchos expertos ven con ojos muy críticos la cuestión de la protección de datos. "El cliente se hace transparente. Por cuanto que se recaban muchas informaciones, se puede elaborar un perfil completo de las actividades del usuario", dice Johanna Kardel, miembro de una asociación alemana de consumidores. "El fabricante puede ver cuándo estoy en casa, cuándo abro el frigorífico y cuáles son mis hábitos alimentarios", explica la defensora de los consumidores.

Por eso, la vida no solo se hace más cómoda gracias a la técnica, sino que también se vuelve más exigente por la necesidad de buscar un proveedor de Smart Home serio que maneje los datos de forma ética.

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