Nota escrita por Miguel Ángel Boggiano: CEO de Carta Financiera LLC y profesor de Behavioral Finance de la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés.
La industria automotriz es una de las más importantes a nivel mundial, teniendo sus cunas más destacadas en Alemania y Japón por tecnología. La industria del petróleo vuelca una gran proporción de sus productos a esta debido al consumo de combustible de los autos por lo que las consecuencias que tenga van a repercutir en los productores de petróleo. Sin embargo, las tecnologías e innovaciones aparecen en la historia para romper los viejos paradigmas y establecer nuevas reglas. Si hay algo seguro es que esos cambios no pueden evitarse y tarde o temprano se debe decidir entre adaptarse a las nuevas tecnologías o quedar afuera.
ESTA NOTA FUE ESCRITA EN CONJUNTO CON GONZALO BARDIN
Podríamos enumerar miles de características nuevas que se le agregan a los autos año tras año que facilitan y mejoran el confort de las personas. Pero, ¿son estos ejemplos concretos de innovaciones que irrumpen en la escena? ¿Qué cambio ha ocurrido en la industria que puede significar un antes y un después?
Es aquí en donde aparece Tesla Motors, Inc. (TSLA:NASDAQ), una compañía estadounidense fundada en 2003 ubicada en Silicon Valley, California, que diseña, fabrica y vende autos eléctricos, componentes para la propulsión de vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento a baterías.
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