El uso de las tarjetas crece el 31% por el Mundial y las 50 cuotas

Redacción Fortuna

Se espera que este año circulen más de 24 millones de tarjetas de crédito, un récord histórico que movería casi 50 mil millones de pesos. Especialistas advierten sobre los costos ocultos de estos mecanismos.

Por Pedro Ylarri *

El señor González se arrima al mostrador y mientras saca la billetera del bolsillo le dice en tono firme al vendedor que le dé un televisor de cristal líquido de 42 pulgadas, alta definición, con 1.080 líneas, escaneo progresivo y sonido envolvente... “en, por favor, 50 cómodas cuotas”. Lo mismo hizo su vecina la señora García y otras decenas de miles de argentinos, quienes por una sumatoria de “efectos” (Mundial, Bicentenario, cosecha récord, etc.) se están volcando al consumo de bienes durables a través del mismo vehículo: las tarjetas de crédito.

Fomentados por promociones de los bancos desde marzo, los créditos al consumo mediante tarjetas de crédito crecieron el pasado mayo un robusto 31,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, aseguró el Ieral-Fundación Mediterránea en un informe al que tuvo acceso PERFIL. Mientras tanto, bancos, economistas, consultoras y universidades pronostican que el incremento en junio podría ser superior por el exitoso Día del Padre de la semana pasada, (cuando se expandió 35 por ciento el gasto según CAME), una mayor confianza de la gente en la economía y el “apoyo indirecto” del Gobierno.

El Ieral consideró una “buena noticia” que el crédito se haya “reactivado luego de un magro 2009”, aunque lamentó que “continúan cayendo en términos reales” los empréstitos hacia empresas (ver recuadro). Según economistas del instituto, “habrá que aguardar para definir si hay un cambio de tendencia o si el fenómeno obedece a la fiebre mundialista”. Hasta hoy, las proyecciones de consultoras y economistas indican que el crédito en términos corrientes llegará en 2010 a un “récord histórico” al igual que la cantidad de tarjetas de crédito en circulación (ver infografía).

Cin-cuenta. Los planes de cincuenta cuotas sin interés y los descuentos de hasta 20 por ciento comenzaron tras el verano, a principios de marzo, por iniciativa de Santander Río y BBVA Banco Francés, los bancos líderes en emisión de plásticos en el país, con casi 25 por ciento del mercado en 2008, según datos de la consultora británica Euromonitor International, cedidos a PERFIL.

“Con estos planes, en primer término, ganan todos: las casas de electrodomésticos venden más, los bancos se garantizan un cliente por cuatro años y dos meses, las tarjetas de crédito pueden obtener rédito con la refinanciación y el cliente obtiene un producto de alta tecnología de una forma que de otra manera no hubiera podido comprar”, explicó a este diario Guillermo Beyrne, de Abeceb.com. “Pero claro, existe detrás una decisión política de promover el consumo”, añade.

Según el economista, los locales de venta transfieren la deuda que asumen los consumidores a los bancos con los que se asocian, y éstos, luego, venden ese paquete de préstamos en el mercado de capitales, un procedimiento que se conoce como “securitizar”. En definitiva, explica Beyrne, es el Gobierno a través de la Anses el que adquiere esta deuda y permite que la rueda siga girando. Y lo hace perdiendo plata, porque estos papeles “pagan un interés más bajo que la inflación”.

Datos de la consultora Abeceb.com dicen que el récord histórico de créditos personales se registró en el primer semestre de 2008, “cuando los préstamos al sector significaban el 18 por ciento de la masa salarial, hoy está en 16 por ciento”, aunque en ascenso. Al ritmo del crecimiento actual, en 2010 se registrarían ventas por 49 mil millones de pesos a través de 24,3 millones de tarjetas de crédito, un nuevo récord histórico, según proyecciones del mercado.

Es que desde el 27 de febrero pasado, cuando las duplas Garbarino-Santander Río y Frávega-BBVA Banco Francés lanzaron promociones de 20 por ciento de descuento y pago en 12 cuotas sin interés para la compra de LCD y notebooks, las cadenas importantes sellaron acuerdos con bancos o lanzaron ofertas con sus propios medios de pago.

Cumplida la primera fase del Mundial, los éxitos fueron “importantes”, dicen fuentes de la industria. La consultora GFK Argentina estimó que en abril se vendió el 400 por ciento más de televisores LCD que en el mismo período del año anterior, y que la tendencia se incrementó en mayo y junio. Como resultado de las promociones, se estima que se venderán 900 mil televisores de plasma, LCD o LED este año, y que la cantidad de notebooks superará por primera vez a la de computadoras de escritorio.

Lejos de terminarse las promociones, algunos bancos ya las extendieron, como el caso del Santander Río y Despegar.com, que ofrecen cincuenta cuotas sin interés en pasajes aéreos, algo que no se veía desde los 90. Los centros de compra también reforzaron las promociones por temor a una menor afluencia de consumidores por el Mundial, mientras que las casas de electrodomésticos, al menos Garbarino y Frávega, estudian extenderlas a la llamada “línea blanca”, como heladeras y lavarropas, dos sectores que se mantuvieron al margen durante el Mundial.

El ritmo de la expansión es tan importante que hasta los supermercados chinos no quisieron quedarse afuera. Por eso, una de las entidades que los agrupa firmó esta semana un convenio con Banco Provincia para reducir costos y facilitar la operatoria con tarjetas. “No queríamos quedar excluidos o fuera del sistema, así que firmamos el convenio para reducir los costos de mantener una cuenta corriente y poder trabajar con tarjetas”, explicó a PERFIL la presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), Yolanda Durán, según la cual, de los tres mil supermercados de origen asiático reunidos en esa entidad, sólo 20 por ciento acepta tarjeta de crédito Visa, Mastercard y Diners.

MÁS ALEGRÍA

Las promociones y el Mundial no fueron los únicos “efectos” que promovieron el consumo. Según una encuesta de Management & Fit, realizada entre el 27 y 28 de mayo –y publicada en exclusiva por PERFIL a fin de ese mes–, el 72 por ciento de la gente cree que el festejo por el Bicentenario cambió el humor de los argentinos, lo que podría traducirse en mejores expectativas a mediano plazo y mayor propensión a comprar y a endeudarse.

Los datos fueron confirmados por dos encuestas que la Universidad Di Tella realiza todos los meses. El llamado Indice de Confianza del Consumidor (ICC), dijo el responsable de su elaboración, Guido Sandleris, se recuperó en mayo el 11,8 por ciento respecto de abril, “la máxima variación positiva desde junio de 2003”, y 24,3 por ciento frente a 2009.

El otro índice, que mide la confianza por la gestión gubernamental, creció 15 por ciento respecto de abril y 34 por ciento desde febrero, añadió Sergio Berensztein, del Departamento de Ciencia Política y Gobierno de esa casa de estudios.

“Las expectativas económicas de los argentinos exhibieron su tercera mejora consecutiva en la medición de mayo por una gran incidencia de las opiniones favorables a la coyuntura para la compra de bienes durables”, destaca el informe de junio del Indice General de Expectativas Económicas, elaborado en conjunto por TNS Gallup y la UCA.

Con tanto consumo y crédito, pocos argentinos ahorran. Una encuesta reciente de la consultora Poliarquía reveló que sólo una de cada tres familias argentinas decide –o puede– ahorrar. El resto se gasta todos los ingresos del mes o no llega a cubrirlos.

El 30 por ciento de los consultados “está pagando algún crédito o deuda que ha solicitado en el pasado” o tiene algún miembro de la familia que lo hace. De ellos, el 72 por ciento le debe a un banco o a otra institución financiera, el 11 por ciento tiene un crédito “a sola firma” y el 6 por ciento “compra en cuotas”.

Por último, las consultoras mencionan como detonante de las compras el “efecto inflación, que hace que la plata queme en las manos y se desespere en los bolsillos; y que, ante la falta de alternativas de inversión, sea mejor gastarla que ahorrarla... en definitiva, los consumidores saben que los 90 pesos que deben pagar de cuota no serán los mismos cuando llegue el próximo Mundial”.

* De la redacción de Diario Perfil

26/6/2010

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