Guía para conocer las rutas más frecuentes para la salida de capitales

Marginal, informal, paralelo o blue son algunos de los nombres de los billetes que se consiguen sin controles. Qué es el contado con liquidación. Cae el poder de las cuevas y de los arbolitos.

Redacción Fortuna

Por Carmen López Imizcoz *

La salida de capitales, nombre coloquial que se le da a la formación neta de activos externos por parte del sector privado no financiero, es la compra de una divisa o un título extranjero y su retiro del sistema financiero, y puede darse de varias formas.

Un modo frecuente en que los argentinos fugan capitales es la compra de dólares físicos (o euros, oro, etc.) y su atesoramiento, “debajo del colchón” (es decir, en la casa que habitan) o en una caja de seguridad bancaria (que conlleva el pago de un alquiler). Además, las empresas pueden adquirir hasta US$ 2 millones en billetes por mes y retenerlos en sus cajas o girarlos al exterior.

Una tercera vía, más sofisticada, es la conocida como “contado con liqui”, que consiste en comprar (con pesos), en una agencia bursátil porteña, un bono o una acción de una empresa que cotice tanto en la plaza local como en Nueva York para, luego, venderla en Wall Street y hacerse de dólares.

En negro. Una parte pequeña (menos del 2% del total) de la salida de capitales se concreta a través de “cuevas” y “arbolitos”, que disponen de dólares asociados a la economía “en negro”. “Si bien puede no ser relevante en términos numéricos, sí lo es para señalar una tendencia o una percepción de la realidad que, a veces, en el mercado oficial no se nota o se disimula más”, advirtió Carlos Risso, de Zonabancos.com. En general, este dólar, bautizado como “marginal”, “informal”, “paralelo” o “blue”, es más caro que el legal. “No querer pasar por los controles oficiales tiene un costo, que puede variar según el grado de nerviosismo y ansiedad del mercado”, explicó Risso.

Sin embargo, en casos excepcionales, se dio que, por un exceso de oferta de dólares, el paralelo cotizara por debajo del legal. “Fue porque una empresa no tenía declarados esos dólares y necesitó liquidarlos en el circuito paralelo”, explicó un operador que pidió reserva.

Billetes. La importación de dólares-billetes es similar a la de cualquier otro bien, excepto que debe hacerse a través de bancos internacionales aprobados por el BCRA, que entregan billetes al banco local previo pago de dólares-transferencia en su cuenta en el exterior, más una comisión estipulada. “Es un servicio puerta a puerta, con despachante de aduana y transporte incluido en el costo”, explicó Risso.

Causas. Aunque el Gobierno reiteró ayer que el dólar seguirá “sin sobresaltos”, la fuga de capitales se viene intensificando desde abril; el mes pasado habría superado los US$ 3 mil millones y rondaría este año los US$ 19 mil millones. Desde 2007, salieron US$ 68.800 millones. Esta persistencia, según Analytica, se puede descomponer en tres factores. En primer lugar, la preferencia histórica de los argentinos por el dólar-billete, que significaría unos US$ 8.200 millones anuales. Luego, la incertidumbre electoral y un dólar “barato” generarían una fuga adicional de unos US$ 6.300 millones este año. Por último, la posibilidad de que las economías avanzadas recaigan en recesión provocaría otros US$ 4 mil millones de salida este año.

Por los vencimientos de deuda, la caída del superávit comercial y la mayor fuga, las reservas del BCRA cayeron US$ 2.234 millones en lo que va del año, hasta 49.411 millones de dólares. “En el corto plazo, no prevemos escasez de dólares ya que los precios de las materias primas seguirán elevados”, opinó Analytica, aunque sugirió seguir de cerca el impacto sobre la fuga de capitales de las primeras decisiones económicas post electorales y el desenlace de la crisis en los EE.UU. y la Unión Europea.

* De la redacción de Diario Perfil

17/9/2011

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