

Pase a disponibilidad que predice despidos, congelamiento de salarios y vacantes, recortes presupuestarios, expresiones que no se escuchaban desde hace una década fueron repetidas en estos días por gobernadores, la mayoría de ellos impulsados por Cristina Kirchner para anunciar una oleada de ajuste que ya sumergió a ocho provincias.
La paradoja es que el déficit de las provincias será este año de $ 11 mil millones, unos $ 1.000 millones superior al arrojado en la crisis de 2009, pero con una presión fiscal y recaudación récord. La situación también es complicada para los municipios. El intendente de Córdoba, Ramón Mestre, dijo ayer que no puede pagar los sueldos de diciembre.
Los economistas esperan un peor escenario el año que viene, aun con el “desahogo fiscal” que significó esta semana la prórroga por dos años que les dio la Nación para el pago de deudas por $ 13.800 millones.
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31-12-2011
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