Claves para armar una cartera de inversión

Por qué es necesario tener una estrategia de asignación de activos para poder alcanzar metas. Tips para evitar pérdidas que lo separen de su objetivo.

Redacción Fortuna

Ante todo, cualquier cartera de inversiones se debe armar con base a las necesidades específicas de cada inversionista.

Según el portal especializado Sala de Inversión, hay una parte del portafolio que se denomina táctica, que pretende sacar provecho de movimientos a corto plazo con la flexibilidad que le pueda permitir la coyuntura.

También otra de largo plazo, donde lo importante es estar posicionado estructuralmente conforme a su perfil de riesgo/rendimiento.

Hay tres elementos claves a definir:

 Grado de aversión al riesgo del inversor. Esto es algo importante para determinar. Tenga en cuenta que a mayor riesgo, se asume más riesgo. De todas formas, sepa que el perfil de riesgo no es una cuestión estática: es más difícil tentar a un joven con una rentabilidad baja o a un anciano con una rentabilidad alta porque se sabe que es un activo riesgoso si los mercados arbitran los riesgos.

Retorno esperado. Este es un aspecto íntimamente vinculado con el primer punto si es que los activos son líquidos y están arbitrados en el mercado. ¿Se puede vivir con un retorno esperado del 4% anual en dólares? Esa es la rentabilidad que lo dejará dormir tranquilo. Tenga en cuenta que en épocas de tasas de referencia “cero” o despreciables por la política laxa y el accionar de los principales bancos de inversión mundiales para hacer frente a la crisis, los rendimientos de las inversiones en renta fija libre de riesgo se encuentran en un mínimo histórico. Si quiere que sea mayor, tendrá que asumir más riesgos. Ningún asesor financiero debe dejar de mencionarle los riesgos inherentes a toda inversión, por más segura que parezca, ya que todos quieren ganar más plata, pero nadie quiere enfrentarse a la realidad de una pérdida.

Horizonte de inversión. Cuanto más largo sea, más chances tendrá el inversor de cumplir con el objetivo, y podrá ser más agresivo en la elección de activos. Se puede buscar resultados basados en una fecha específica o “target”, combinando bonos y acciones en mayor o menor proporción según la distancia en el tiempo del objetivo. La idea básica es que uno pueda “matchear” la fecha objetivo con un instrumento con igual maturity.

Finalizado esto hay que tener en cuenta es que se debe partir de la mejor combinatoria posible de activos financieros tradicionales, es decir: efectivo, bonos y acciones, entre otros. También, se pueden incluir en forma indirecta la inversión en oro y otros commodities, como el petróleo, así como bienes inmuebles u objetos de arte, que se supone debe ser realizada por expertos en esos campos.

Como la renta fija es un componente muy importante de toda cartera equilibrada, el inversor debe tener en claro a qué activos está expuesto, y a las distintas consecuencias que puede tener para el rendimiento ajustado por riesgo de su cartera ya que el peligro de default del emisor, la depreciación de una moneda y la volatilidad en el precio para emisiones de elevada duration existen.

Los bonos son activos que cambian constantemente de valor unos en relación con otros en función de las modificaciones producidas en la oferta-demanda, las perspectivas económicas y el sentimiento inversor a favor de mayor apetito o mayor aversión al riesgo.

A mayor aversión al riesgo, más grande será la cantidad de renta fija. Pero también se debe hacer mucho foco en qué moneda invertir: muchas veces los cupones que pueda pagar en una divisa exótica se evaporan con su depreciación en la que uno se encuentra invertido.

Es crucial determinar la evolución futura de los tipos de cambio. Para eso es fundamental aplicar los principios de diversificación en divisas. También, hay que diversificarse por clase de activo, por país y por riesgo. La decisión es personal.

Fortunaweb con Sala de Inversión

4/1/2012