Por qué los empresarios dejan solo a Magnetto ante el Gobierno

Los número uno evitan tomar partido e el conflicto por la Ley de Medios. Temores y rencores.

Redacción Fortuna

En plena pelea con el Gobierno, Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, no encuentra respaldo en la comunidad empresaria. Al menos, eso surge del relevamiento que hizo PERFIL entre líderes de primera línea, que lejos de tener manifestaciones de apoyo o solidaridad hacia el número uno del holding mediático, hoy eligen el silencio que los mantenga a salvo de la lupa oficial, cuando no dejan trasuntar viejos rencores por actitudes del ejecutivo de cuando era aliado de la Casa Rosada.

En la Unión Industrial Argentina, en la Cámara Argentina de Comercio, en la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y en la Cámara de la Construcción, este diario pudo confirmar, off the record, que no ven a Magnetto como “un par en problemas”. Algunos entienden, sí, que en el conflicto Gobierno-Clarín hay a lo sumo “valores institucionales” en juego.

Siguen el tema como un caso testigo ya que concluyen que quizá la suerte del CEO puede ser un anticipo de la de otros tantos. Pero no hay causa común en torno al ejecutivo, que cosechó un revés cuando el juez Horacio Alfonso avaló la constitucionalidad de los artículos cuestionados por el multimedios.

“Magnetto no genera empatía porque nunca fue solidario cuando estuvo en expansión”, apuntó un hombre con años en la conducción gremial empresaria. En tanto, en otra entidad reconcen las tensiones internas cuando proponen escribir un comunicado en torno a una medida oficial que afecta los intereses del Grupo Clarín. “Pero hacemos hincapié en que no se trata de una cuestión de nombres, sino de valores y principios; no importa quién sino qué valores se están vulnerando”, explica el representante de una multinacional.

“Hay recelos sobre su figura, pero todos comparten que Magnetto es un límite, un caso que puede ser bisagra antes de que se profundice un modelo de presión sobre empresarios”, añade. “Ojalá que se resuelva todo cuanto antes”, opinó por otra parte a PERFIL el titular de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren.

El presidente de otra compañía de peso resaltó la importancia de defender la libertad de expresión, pero cuestionó el liderazgo de Magnetto en Clarín. “Si yo hubiera sido Clarín, habría puesto a otro presidente, como hizo el Banco Galicia en 2001”, expresó. Se refiere a cuando su presidente, Eduardo Escasany, dejó el cargo, aunque siguió como accionista, para descomprimir la tensión en tiempos del corralito. Al respecto, Carlos de la Vega, de la CAC, opina sobre la pelea puntual de la Ley de Medios en la Justicia: “No es un tema personal, es un tema que está a consideración de diversas instancias de la Justicia; solidaridad o no solidaridad sería prejuzgar”.

Ya no existe un “todos somos Magnetto”. Hasta hace un tiempo, había comunicados de apoyo, como cuando la UIA repudiaba el operativo de la AFIP en Clarín en septiembre de 2009. Pero hoy una expresión similar aparece como impensada, salvo en la Asociación Empresaria Argentina, la AEA, el último plafón corporativo de Magnetto, donde se apoya en vínculos con algunos otros número uno, en especial, Paolo Rocca, de Techint, o Luis Pagani, de Arcor, además de Julio Saguier, referente de La Nación. “Rocca está convencido de defender la institucionalidad y ahí hay una relación personal de años”, apuntan en el sector siderúrgico.

“La soledad de Magnetto en parte es producto también de la división del campo empresario que forzó el Gobierno”, indican otras fuentes empresarias, que recuerdan la presión oficial para que distintas firmas salieran de AEA tras una foto conjunta entre la UIA y esa cámara con Magnetto incluido. Era agosto de 2010. El Gobierno trazó una línea. O estaban con Magnetto o apoyaban el modelo nacional y popular. Desde entonces, crecieron otras centrales altenativas y se licuó parte del sostén empresario del líder de Clarín.

En la cena anual de la Asociación de Entidades Periodísticas de la Argentina (Adepa), se vio el jueves a Magnetto en una de las mesas principales. “Más de setenta diarios mostraron la cohesión de una de las pocas instituciones que el Gobierno no pudo quebrar, y ahí sí hubo respaldo empresario”, interpretaron cerca del contador, donde además no se extrañan por que no haya solidaridad desde la Unión Industrial. “Nunca hubo un peso importante de Clarín en esa cámara”, relativizan.

Publicado en la edición Nro 736 de Diario PERFIL

16-12-2012