Europa quiere blindarse de los buitres para no ser Argentina

Ante posibles defaults, el bloque inició una revolución silenciosa para forzar los acuerdos con los acreedores a todos los bonistas.

Redacción Fortuna

Angela Merkel

Por Christian Riavale desde París

Europa está viviendo desde el 1° de enero una revolución silenciosa que en el futuro le permitirá hacer frente al eventual default de uno de sus miembros. Desde que comenzó el año, todas las emisiones de deuda incluyen obligatoriamente una Cláusula de Acción Colectiva (CAC). Ese recurso, inspirado en las experiencias de México (1977) y Argentina (2001), establece un régimen de negociación en caso de default, reescalonamiento o reestructuración de la deuda: si 75% de los acreedores están de acuerdo en negociar, la decisión de la mayoría se aplicará a todos los titulares de bonos.

Ese método, que se utiliza habitualmente en Estados Unidos desde hace años, pretende evitar que se reproduzca el caos que se produjo recientemente cuando los acreedores de Grecia se vieron obligados a abandonar una parte de los títulos que tenían en su poder para poder reestructurar el resto de la deuda. Pero la CAC también aspira a impedir que una minoría de acreedores –hostiles a la renegociación– pueda tomar de rehén a un país durante años con la esperanza de obtener el reembolso total.

Al mismo tiempo, se decidió avanzar en la reflexión para crear un tribunal internacional que estaría encargado en el futuro de resolver los litigios de deuda soberana. Esa idea también se inspira en parte de la reciente experiencia que vivió Argentina en la Justicia de Nueva York.

Los juristas que participaron en la definición del acuerdo, reconocen que el caso argentino tuvo una gran influencia en la definición de los mecanismos de protección, sobre todo luego de que sufriera el embargo de un buque escuela a pedido de un fondo especulativo.  “Concretamente se trata de crear un sistema de defensa contra los fondos buitre o acreedores capaces de poner a un Estado entre la espada y la pared”, explicó un experto del Banco Central Europeo (BCE).

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