El Banco Central finalizó el 2013 con pérdidas récord y todavía no logra frenar la fuga. Los pronósticos de recuperación son poco alentadores.
El Banco Central de la República Argentina informó hoy que las reservas internacionales del país se ubicaron en 29.858 millones de dólares, tras perder 161 millones respecto de la jornada anterior. Asimismo, el Banco señaló que tuvo en la jornada una participación "levemente vendedora" en el mercado de cambios local.
Según estimó la consultora Finsoport la pérdida de reservas internacionales sería este año superior a los 9.900 millones de dólares con lo cual el stock llegaría "al crítico nivel de 20.000 millones de dólares", entre otras causas, por el posible pago del cupón PBI.
El informe subraya que 2013 "fue récord en esta materia, con una pérdida de 12.691 millones de dólares" y plantea que este año "vuelven a estar presentes las mismas tendencias, a lo que se suma el pago del denominado cupón PBI, un título público cuyo pago se produce cuando la economía supera cierto nivel de crecimiento (3,2 por ciento) el año previo".
"Aunque la relación entre la base monetaria y las reservas no es determinante en cuanto al nivel del tipo de cambio, la observación empírica es que al menos marca un tendencia definida", enfatizó Finsoport.
Números y más números. Hace tres años, el 26 de enero del 2011, la autoridad monetaria registró el nivel más alto de reservas del actual período con 52.654 millones de la moneda norteamericana. Al tomar dicho punto de referencia, se perdieron 22.796 millones en menos de 36 meses.
Si bien las reservas vienen contrayéndose desde mediados de 2011, el ritmo de caída mensual se profundizó durante 2013. Ya en el primer trimestre la velocidad de la merma fue elevada, con una caída de U$S 2.844 millones, principalmente por la reducción en US$ 1.244 millones de los encajes bancarios y la venta neta de divisas del BCRA por US$ 260 millones.
En el segundo trimestre, período típicamente más favorable para las reservas por la liquidación de la cosecha gruesa, la merma se intensificó: entre abril y junio el activo del BCRA se redujo en US$ 3.441 millones (-US$ 1.150 millones promedio por mes). Para mayo de 2013, el Central llevaba un ritmo de pérdidas de mil millones de dólares por mes, acumulando 4.340 millones de perdidas en poco más de cuatro meses.
Si bien entre abril y junio de 2013, el BCRA logró hacerse de dólares vía compras en el mercado de cambios formal (+U$S 1.530 millones) producto de mayores liquidaciones de la agroindustria (+21% i.a.), ello estuvo contrarrestado por diversos shocks exógenos. Por un lado, la autoridad monetaria canceló la totalidad de la deuda de corto plazo con el Banco de Francia (US$ 3.000 millones), aprovechando el mayor excedente estacional de divisas. Por el otro, la caída de la cotización del oro imprimió una baja adicional en las reservas (-US$ 754 millones).
Para mitad del año pasado, las reservas totales ya acumulaban una caída del 15%, ubicándose en torno a US$ 37.000 millones. Entonces, el gobierno decidió lanzar el blanqueo de capitales, algo que no pudo frenar la sangría de dólares. Así fue cómo en el tercer trimestre las reservas se redujeron otros US$ 2.010 millones.
En el mes de septiembre, el Gobierno destinó 2.070 millones de dólares para cancelar el vencimiento de capital e intereses del título Bonar VII. Dicho pago profundizó la caída de reservas del Banco Central que pasaron a ubicarse en los US$ 35.231 millones.
A fines de octubre del año pasado, el Central aceleró el ritmo de fuga de divisas y perdió mil millones en tan solo 18 días, quebrando el piso de los 34.000 millones dólares. Para ese entonces, y cuando aún faltaban dos meses para que finalizara el año, las pérdidas acumuladas llegaban a los 10.058 millones de dólares, un nuevo rércord de la década kirchnerista que nadie se atrevió a celebrar. Finalmente, 2013 finalizó con 12.651 millones de dólares menos en las arcas del Estado.
Los cambios que nada cambiaron. A fines de 2013, el Gobierno nacional pareció dar un golpe de timón al generar un cambio profundo en el ministerio de Economía con la partida del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y la llegada de Axel Kicillof para comandar el palacio de Hacienda. La llegada de Kicillof acarreó, también, la salida de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio Interior. La renuncia de Mercedes Marcó del Pont a la presidencia del Banco Central también fue vista como un cambio necesario.
Finalmente, los cambios se reflejaron solo en los nombres, dado que el Indec no sinceró la inflación -de hecho, asegura que la acumulada de todo el año pasado fue de tan solo 10%- ni el Central comandado por Juan Carlos Fábrega logró detener la fuga de divisas.
Hoy, el dólar blue llegó a los $11,25, el oficial ya cotiza a $6,75, la canasta alimentaria subió casi 2% en tan solo 15 días y la caída de las reservas en dólares parece no tener freno.