Tras versiones de aprietes, dice que se abrió “un período de buenas relaciones con el Gobierno”. Avizora caídas de actividad y empleo.
Por Jairo Straccia | Luego del encuentro del viernes con la presidenta Cristina Kirchner en Olivos, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, asegura que se abrió “un período de buenas relaciones con el Gobierno”, pero no oculta su preocupación por el actual momento económico, en el que la negociación salarial asoma clave para la evolución del costo de vida. No quiere hablar de las presuntas presiones del Gobierno hacia su persona, las que lo habrían llevado a vender su participación accionaria en una firma con negocios con el Estado. Pero asegura: “Yo soy grande, ya no me asusto”.
—Hace unas semanas hubo afiches donde fuerzas cercanas al oficialismo acusaban a empresarios de las subas de precios. El viernes, la jefa de Estado los recibió dos horas. ¿Cómo está la relación con el Gobierno?
—Muchas veces, los intentos de buscar culpables hace que nosotros seamos candidatos a que nos critiquen, pero la verdad es que el viernes hubo un gesto muy importante. Para la Presidenta no fue una reunión más. Tiene conciencia de que estamos para ayudar. Eso me hace pensar que se viene un período de buenas relaciones con el Gobierno.
—La Presidenta les pidió no trasladar aumentos salariales a precios.
—CFK dijo algo muy valioso: “Pueden dar lo que quieran si lo pueden pagar, pero no piensen que lo van a trasladar a precios”. No voy a hablar por toda la UIA, pero me pareció una cosa razonable.
—¿Lo pueden acatar?
—No lo sé, es un tema complicado. Hay que tener cuidado porque va a incidir en los precios seguro. No hay manera de absorberlo.
—Le adelantaron que se viene una caída en la industria este año.
—Va a caer 2% en el año y es una caída grande. Cae el consumo. Y Brasil golpea en el tema de los autos.
—¿Se sentirá en el empleo?
—Esperemos que no, pero puede ser, en el sector automotriz y en el de autopartes.
—Por primera vez el Gobierno está subiendo las tasas. Se encarece el crédito. ¿Qué dicen ustedes?
—Se lo dijimos a la Presidenta. Entendemos que es una medida que frena la compra de billetes, pero tiene una consecuencia que es que el costo financiero de las empresas se va a las nubes. Ella conocía que el tema nos preocupa. Creemos que va a ser provisorio, por supuesto.
—¿Ve riesgo de crisis?
—Crisis no, pero caída sí.
—¿El dólar ya se acomodó en $ 8 o cree que volverá a saltar?
—Parecería que se acomodó, pero la Argentina es medio ingobernable con el tipo de cambio. Históricamente es ingobernable. Es difícil asegurar que no pase nada, pero parece que se ha podido manejar.
—¿Cómo ve la transición a 2016?
—Nos conviene que los tiempos se cumplan, nadie quiere que la cosa se complique.
—Usted llegó a la reunión tras la publicación de versiones de una pelea con Oscar Parrilli y de presiones por críticas a la gestión.
—No fui a pelearme, así que no había ningún clima enrarecido. Uno se queja por lo malo, pero hay que reconocer lo bueno también. El viernes, el trato fue muy cordial, de todos los ministros, mucha cordialidad y bien. Parrilli fue muy cordial.
El diario Clarín había asegurado de fuentes anónimas que, tras un cruce con el Gobierno, Méndez había tenido que vender el 10% de las acciones que tenía en la firma de ingeniería y construcción Tel 3, ya que participaba de licitaciones con el Estado y le habrían hecho saber que no podría seguir con las obras si el titular de la central fabril seguía con parte del capital.
—¿Cómo tomó que De Vido hiciera pública su participación en Tel 3 y por qué vendió?
—Tengo muchos años, yo ya no me asusto, pero no voy a hablar del tema. Al ministro De Vido el viernes lo saludé y también a (al secretario Roberto) Baratta.
—¿Tiene participación en otras firmas que se presentan a licitaciones públicas?
—Esta era la única empresa donde estaba que participaba de licitaciones. Conarsa es mi empresa más importante. En Tel 3 tenía el 10%, en una compañía grande, con socios de gente de la construcción. Y yo era socio de Taurus, la armera brasileña, en la parte de plástico, y me quedan inversiones en el sector inmobiliarias...
—La UIA, ¿oficialista?
—Es muy difícil hacer equilibrio. Para mí, no todo es bueno y lo que es malo es malo. Eso hace que a veces parezcas oficialistas y a veces crítico. Soy racional.
09-03-2014
