El Presidente del Banco Central se mostró preocupado por la posibilidad del default argentino. "No tenemos mucho tiempo", sentenció.
El país ingresó esta semana en la cuenta regresiva para lograr un acuerdo con los holdouts que evite caer en un nuevo default de la deuda pública, pero reinaba la incertidumbre sobre los pasos que dará el gobierno sobre si enviará una comitiva a Estados Unidos para seguir la negociación o si limitará el contacto a conversaciones telefónicas.
Para el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, "lo que va a ocurrir es que los problemas con los cuales ya convivimos los argentinos desde hace mucho tiempo y que nos preocupan, la inseguridad, la inflación, el desempleo, la falta de dólares, se van a acrecentar", al tiempo que auguró que "también los últimos meses de transición de este gobierno van a ser menos relajados de lo que podría haber sido sin este problema de la deuda. No es para asustar, pero es para preocuparse".
"Argentina defaulteó otras veces, el último tenía problema adicional que muchos bancos estaban con deuda argentina y cuando defaultea complica todo el sistema financiero y la transmición del problema a la gente fue más importante. Esto ahora no está, por suerte", dijo en declaraciones a Radio Mitre.
"El manejo de la deuda se hizo con poco profesionalismo. Estamos muy sobre el filo, estamos jugando con mucho riesgo, porque no tenemos mucho tiempo. A esta altura, lo único que nos puede salvar del default es que los mismos fondos que hoy litigan contra la Argentina le pidan al juez que le permita pagar esto que vence a fin de este mes", estimó Frigerio.
El economista opinó que "hay alguna chance de eso" porque tampoco a los holdouts "les conviene que la Argentina entre en default".
