Es porque las cuevas se cuidan y sólo atienden a “amigos de la casa”. Se puede entrar sólo por recomendación y deben llevar un código alfanumérico secreto.
Ahora las cuevas porteñas solicitan códigos alfanuméricos secretos para poder acceder a la compra de dólar blue.
La nueva disposición –según adelanta El Cronista- es debido a los estrictos controles del Banco Central de la República Argentina (BCRA). En consecuencia las mesas ahora operan sólo con familiares, amigos y allegados. En definitiva gente de confianza aunque deben ingresar el código para entrar.
La modalidad ya se utilizaba entre cambistas de Once que están en la primera línea de riesgo y que no trabajan tanto con clientes frecuentes, sino más que nada con recomendados de brokers o casas de cambio, cuyos clientes necesitan dólares para irse a comprar a Perú, Bolivia o Paraguay.
"Yo no te atiendo ni la puerta sino me decís quién sos, un código por ejemplo, o una confirmación inmediata física del cliente que me mande por Whatsup. Hoy el club se hizo de habituales", revela un cuevero al diario.
Así, las cuevas de la city porteña ahora funcionan como un club al que se accede por membresía: sólo recomendados que deben ir con un código secreto provisto por el mesadinerista. Esto es –como se dice en la jerga- para evitar a los "topos", que son los inspectores del gobierno que se hacen pasar por clientes.
