El ministro de Economía se refirió al anuncio realizado, salió al cruce de la reacción de los gremios y evitó hablar de las dudas que se generaron. “Era previsible”, señaló. Audio.
El ministro de Economía Axel Kicillof señaló esta mañana que “era previsible la reacción de los gremios” en relación al anuncio formulado sobre una reducción en Ganancias para aquellos trabajadores registrados que cobran entre 15.000 y 20.000 pesos al mes. “Ayer traté de dar elementos para dar el debate por la cuarta categoría”, apuntó en diálogo con radio Vorterix.
Debido a las críticas que suscitaron acerca de si el anuncio es o no suficiente, el titular del Palacio de Hacienda dijo que las críticas llueven porque “se van quedando sin argumentos” y desestimó que el impuesto a las Ganancias esté desvirtuado en la Argentina. “Ganancias alcanza en Estados Unidos más o menos la mitad del sueldo. Así que no es un impuesto no está desvirtuado acá porque sólo un 10% de los trabajadores lo pagan, lo paga el 10% que más ganan”, dijo.
Para el ministro, “esta no es una discusión de la clase trabajadora en su conjunto, si no de algunos sindicatos. No afecta al grueso de los trabajadores”, dijo al ratificar que sólo el 11% de los trabajadores registrados pagan este impuesto.
“Hay mucha desinformación y es intencionado”, señaló el titular del Palacio de Hacienda. Y agregó: “Siempre un aumento es demasiado y una reducción es poco”. El Gobierno dio ayer un paso más en su afán de imponer un techo a las paritarias y anunció, a través del ministro de Economía, Axel Kicillof, una rebaja de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los trabajadores con salarios de entre $ 15.000 y $ 25.000, decisión que -según los cálculos oficiales- representará una suba de hasta el 6% en los ingresos de bolsillos de esos asalariados.
La medida, que no modificará el valor del denominado mínimo no imponible ($ 15.000), beneficiará al 68% de los trabajadores que actualmente pagan el impuesto (el 11% de los trabajadores registrados), y representará un incremento de hasta el 6% en los salarios de bolsillo de esos empleados.
Según la estimación oficial, la reducción de Ganancias tendrá un costo fiscal cercano a los $ 6.000 millones anuales.
