El próximo gobierno deberá pagar obras por US$ 30 mil millones

Los cinco contratos más grandes que pasan a la futura gestión quintuplican el monto de los principales emprendimientos realizados durante la administración kirchnerista.

Redacción Fortuna

La comparación entre las cinco obras de infraestructura más importantes realizadas por el Gobierno y los contratos que –con distinto grado de avance– dejará para la próximo administración muestra fuertes contrastes. Por un lado, los nuevos socios internacionales –China y Rusia desplazan a empresas de Estados Unidos y Europa– y, por el otro, el costo de los principales emprendimientos que deberá completar el próximo gobierno quintuplican en valor a las principales obras completadas.

En los dos casos, las inversiones energéticas tienen preponderancia, aunque en el ranking de las principales obras completadas llega al quinto lugar el monumental Centro Cultural Kirchner que, en base a la conversión a dólares de los montos publicitados por el Gobierno, costó 332 mil millones de dólares. Atucha II, rebautizada como Central Néstor Kirchner fue la inversión más grande. Con 3 mil millones erogados para llevarla al 100% de su capacidad durante los tres gobiernos del matrimonio Kirchner.

La suma de las cinco inversiones más importantes –6.192 millones de dólares– no logran alcanzar el valor individual de las dos más altas que quedarán como contratos firmados, con condiciones de financiación que aún no se conocen en sus detalles. Son los acuerdos para la construcción de dos centrales nucleares de agua ligera que fueron firmados durante los últimos viajes de la Presidenta a Rusia y China, que se estiman en 10 mil y 9 mil millones respectivamente.

Cuando este medio consultó al Ministerio de Planificación sobre la firma de acuerdos nucleares que sólo se concretarían en el nuevo gobierno, se indicó: “Nosotros cuando llegamos no había nada en curso y ahora dejamos un plan energético con importantes proyectos en marcha”. Esta semana PERFIL intentó cotejar los datos que resultan de declaraciones de funcionarios públicos involucrados en los proyectos, pero no obtuvo respuesta.

Desde los equipos de los principales candidatos opositores ya se advirtió que deberán mirar la letra chica. Mauricio Macri llegó incluso a enviar una nota a la Embajada de China para advertir que alguno de los acuerdos suscriptos podrían ser inconstitucionales.

Contrato directo. Otro dato importante es que las principales obras que quedarán no fueron adjudicadas mediante una licitación. Las tres centrales nucleares que deberán ser construidas por el próximo gobierno surgieron de la decisión del Ejecutivo como parte de las negociaciones con Rusia y China.

Pero fueron adjudicadas mediante una licitación los dos principales proyectos hidroeléctricos: las represas Kirchner-Cepernic (US$ 4.714 millones) y la represa Chihuido I (US$ 2 mil millones), adjudicados a un consorcio de empresas chinas y la local Electroingeniería y a una asociación de empresas rusas y la compañía Helport de Eduardo Eurnekian, respectivamente.

La tecnología rusa y china reemplaza a la europea y norteamericana. La alemana Siemens, fue la que aportó las turbinas para las centrales termoeléctricas San Martín y Belgrano –un proyecto que alcanzó una inversión conjunta de 1.360 millones de dólares– y General Electric hizo lo propio con la Central Vuelta de Obligado.

El cambio no impidió que se reiteren algunos nombres de las constructoras más beneficiadas durante la pasada década, como es el caso de Electroingeniería, responsable de las centrales San Martín y Belgrano, también favorecida en la compulsa por las represas Kirchner y Cepernic. Otra coincidencia es el uso del nombre Kirchner: ya hay una central nuclear y el centro cultural, ahora espera por su central hidroeléctrica.

Por Aurelio Tomás | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

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