Hay 2 millones de personal inactivas laboralmente

Según un informe de IDESA esa es la proporción de gente que no participa del mercado laboral en los últimos 10 años.

Redacción Fortuna

La "bonanza económica" de la última década fue acompañada de "una mayor proporción de gente que no participa del mercado laboral", advirtió un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentina (IDESA), y estimó que en los diez últimos años hay "2 millones más" de personas inactivas.

La consultora aseguró que "uno de los principales motores que promueven la inactividad es la forma en que se asigna el gasto asistencial". "Una de las principales razones del aumento en la inactividad laboral es el énfasis de las políticas públicas puesto en el asistencialismo en lugar de generar oportunidades para que la gente sea artífice de su propio progreso en base a un empleo productivo", planteó.

El informe indicó, en base a datos oficiales publicados por la OIT, que la tasa de participación laboral en Argentina pasó entre los años 2004 y 2014 de 60,2% a 58,2% o sea una caída de 2 puntos porcentuales.

En cambio, comparó que en otros países de la región la situación fue distinta, como en Uruguay, que subió de 58,5 a 64,7% (+6,2 puntos) y Chile (+4,7 puntos). "Los países vecinos tendieron a adoptar estrategias de promoción social basadas en una mayor incorporación de gente al mercado laboral. En la Argentina, en cambio, la bonanza fue acompañada de una caída en la participación laboral".

Al respecto, calculó que "una disminución de 2 puntos porcentuales equivale a un aumento de 1,3 millones de personas inactivas sólo en los grandes aglomerados urbanos, lo que proyectado al total de la población urbana da una cifra cercana a los 2 millones de inactivos". "El incentivo a la inactividad laboral se potencia por las reglas deficientes que rigen el mercado de trabajo" advirtió el estudio, y remarcó que "los impuestos al trabajo son muy altos al igual que las barreras burocráticas y los riesgos de conflictividad y litigiosidad". Además, consideró que "más dañino que una gran proporción de personas con posibilidades de trabajar dependa del asistencialismo es la arraigada idea de que eso genera dignidad".

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