El grupo argentino se enfocará en servicios y obras para el sector sin participar en exploración.
Perez Companc se quedó con la operación local de Skanksa y regresa al negocio petrolero, una de las primeras actividades del grupo cuando se dedicaba a transportar petróleo en barcos para YPF.
En 1998, la familia Perez Companc le había vendió su constructora SADE al grupo sueco Skanska. Tras 17 años de haber protagonizado esa operación, Perez Companc y Skanska repiten la historia, aunque a la inversa.
El acuerdo, se llevó tras meses de negociaciones, y se cerró esta semana por una suma cercana a los $ 900 millones que abonará Perez Companc Familiy Group.
El regreso también se produce después de que, en 2007, se involucró a Skanska en presuntas maniobras de pagos de coimas y sobreprecios para la construcción de dos gasoductos, uno en el norte y otro en el sur del país.
Según informa El Cronista, la operación involucra –además- un cambio de nombre de Skanska Argentina que dentro de tres meses pasará a ser Pecom Servicios y Energía.
La nueva empresa tendrá una facturación anual de $ 3100 millones. Además sumará otros 4.000 empleados.
"El foco consistirá en prestar servicios de operación y mantenimiento a yacimientos de petróleo y gas, así como diseñar y ejecutar obras vinculadas a esos yacimientos", dijeron al diario desde Perez Companc. "Vaca Muerta nos permitirá duplicar nuestro negocio en este segmento en cinco años", agregaron. En tanto, desde el grupo volvieron a descartar cualquier interés por adquirir el resto de los activos que Petrobras opera en Argentina. "No somos compradores compulsivos”, dijeron y agregaron: “miramos oportunidades puntuales ".
