El modelo hipotecario chileno, inspiración post 10-D

Tanto en el sciolismo como en el macrismo analizan instrumentar, si ganan, un plan similar a la Unidad de Fomento de Chile. Desde 1967, estimula el ahorro pese a la suba de precios, y permite dar créditos a la vivienda.

Redacción Fortuna

El crédito hipotecario en la Argentina equivale al 1% del PBI. En 2000 era el 5%, todos datos irrisorios en comparación con la región. Cualquier gobierno que llegue y consiga motorizar una respuesta se llevará los laureles. Por eso, en busca de una solución, tanto las líneas del PRO como las del Frente para la Victoria han señalado que estudian el esquema chileno basado en la llamada Unidad de Fomento (UF), para poner en marcha después del 10 de diciembre.

Es una moneda conceptual, cuyo valor se ajusta en función de la suba de precios. Fue creada en 1967 y su finalidad original era la revalorización de los ahorros de acuerdo con las variaciones de la inflación. Así, los fondos ahorrados en bancos y fondos de pensión se aplicaron a crédito para inmuebles.

Años más tarde, su uso se extendió al sistema crediticio, y desde 1990 su valor está determinado por el Banco Central de Chile. Está expresada en pesos chilenos, y se ajusta entre el día 10 de cada mes y el 9 del mes siguiente con la inflación mensual del IPC. PERFIL consultó a Sergio Olavarrieta, vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, sobre los resultados de su aplicación en el país vecino y la posibilidad de adaptarlo a la Argentina.

—¿Por qué surgió la UF y cómo opera ahora?

—Esta moneda artificial, que no circula pero tiene validez, nació en un contexto de alta inflación en Chile, y como se ajusta en función de la suba de precios, permitió que se volviera a ahorrar en la moneda local en lugar de otras monedas, evitando el aumento de la fuga de capitales. Actualmente se sabe con cerca de un mes de anticipación cuál será su cotización, que es publicada en la página del Servicio de Impuestos Internos (SII) y el Banco Central de Chile, que tiene una meta de inflación que busca no sobrepasar. La inflación anual es de poco más de 4% en nuestro país, y a lo largo de los años mejoraron los niveles de ahorro notablemente, aunque siempre se puede mejorar.

—¿Cree que podría aplicarse en la Argentina?

—Es una buena herramienta para lograr crédito a largo plazo ante la suba de precios, aunque podría empezarse por sectores, como los depósitos. Si bien es necesario tener estadísticas oficiales confiables, aun si fuera inexacto sería de utilidad, porque la UF también sirve para contener y exigir a los gobiernos un manejo responsable de la política fiscal. En cuanto a los acuerdos salariales, se puede decir que la UF funciona como una referencia, y que luego se fijan los aumentos sector por sector, y también por empresas.

En esta Nota