Con Obama, la inversión estadounidense busca recuperar negocios en la era Macri

Por Jairo Straccia | Llegarán CEOs globales de empresas de energía y agro. Los mandatarios firmarán un memorando de entendimiento. Se harán anuncios por al menos US$ 2 mil millones.

Redacción Fortuna

Promete tener toda la pompa de un regreso en busca de los negocios perdidos. En la primera visita bilateral de un presidente de Estados Unidos a la Argentina desde 1997 (George Bush vino en 2005 en el marco de una cumbre regional), Barack Obama llegará el martes a la Argentina en un claro apoyo al modelo económico de Mauricio Macri, que acaba de cumplir cien días en la gestión. Su desembarco, junto a una cantidad aún incierta pero importante de empresarios, buscará marcar la vuelta de la inversión norteamericana al país de cara a los próximos cuatro años.

En los 90, las privatizaciones privilegiaron capitales europeos. Con Néstor y Cristina Kirchner, hubo fondos brasileños, rusos y chinos que se subieron a los años de crecimiento. Sólo con excepcionalidades, como guiños a Chevron para que se asocie a YPF, hubo interés desde el país del Norte. De la mano de Cambiemos, llegó la hora del regreso.

Obama delegó en la secretaria de Comercio, Penny Pritzker, el armado de la delegación top que acompañará al jefe de Estado. Hasta ahora hay confirmados dos presidentes globales: Andres Gluski, de la generadora de energía AES, y Juan Luciano, del gigante del agro ADM. Por invitación de la Casa Blanca vendrá también Howard Ungerleider, vicechairman de Dow, una compañía que el mismo martes que llega Obama anunciará “importantes inversiones”.

El foco empresario estará puesto el miércoles en La Rural, donde la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense (Amcham) organiza el encuentro “La oportunidad de la inversión argentina”. Con CEO locales y regionales de las mayores empresas de Estados Unidos, habrá exposiciones sobre infraestructura, tecnología, innovación, recursos naturales, energía y patentes, que son en definitiva las grandes áreas de interés del capital estadounidense. Ya confirmaron su participación ministros del gabinete y varios gobernadores.

De parado. Se estima que ese día habrá unas 1.050 personas que habrán pagado unos US$ 800 cada una para escuchar los paneles y comer en el restaurant central o de parado. Todos querrán que se confirme que Obama y Macri cierran la jornada con la firma de un memorando de entendimiento que están terminando de elaborar Pritzker y su par de Producción, Francisco Cabrera, con un marco de líneas de trabajo para los próximos años. Si van los mandatarios, habrá anuncios, por ahora agrupados en tres tipos:

u Desembolsos de empresas por más de US$ 100 millones para el próximo bienio, que sumarían unos US$ 2 mil millones en principio.

u  Nuevos proyectos, sin nombrar empresas en principio, hasta 2019, con foco tanto en producción como en finanzas.

u Proyecciones de “incremento de la empleabilidad” hasta el fin de mandato de Macri, según contaron los que trabajan en la agenda.

La organización es frenética. Es una visita presidencial que suele tejerse en dos meses y en este caso se gestó en tres semanas.

Obama llega a la Argentina en su último año de mandato, con Brasil en llamas, para mostrar que impulsa, de la mano de Macri,  “el fin del ciclo populista” en la región. El Departamento de Estado vuelve a poner en la agenda, aunque a mediano plazo, los temas vinculados al libre comercio, desde la incorporación del país a la Alianza del Pacífico, hasta eventualmente, un acuerdo bilateral. La balanza comercial, de todas formas, le sonríe. En la última década la Argentina dejó de venderle por unos US$ 1.000 millones, y pasó a comprarle el doble. De un superávit de US$ 495 millones en 2002, ahora se registra un déficit de US$ 4.727 millones, según Abeceb.

El Gobierno, por su lado, se apoya en la Casa Blanca para cerrar el capítulo buitre y recuperar el crédito. Además, hace causa común con el “sueño americano” del emprendedorismo. A propósito, no será raro ver a Obama con representantes de Uber, que lo acompañarán en la visita. La empresa, uno de los símbolos de la innovación estadounidense que une pasajeros y conductores con una app y compite con los taxis, prepara su desembarco para dentro de algunos días.

AT&T, la ‘piedra en el zapato’ en la agenda

La agenda de negocios de Barack Obama en la Argentina será amigable, pero tiene “una piedra en el zapato”: el enojo de los ejecutivos del gigante de telecomunicaciones estadounidense AT&T (dueño en el país de DirectTV) producto del decreto de necesidad y urgencia que modificó la Ley de Medios y les impide dar internet privilegiando al Grupo Clarín.

Quienes están al tanto de la organización remarcan que no habrá ejecutivos de la mayor telco del mundo en la visita, y que en algún momento de la gira, la delegación de EE.UU. remarcará los pedidos para que la Enacom (el ente regulador) corrija “las desprolijidades”. “Si quieren atraer inversiones, es muy extraño que envíen esta señal de discriminación en favor de un holding”, aseguran. El Enacom habría aceptado revisarlo: ¿habrá un regalo para Obama?

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