Recién en octubre rebotaría la actividad

Por Virginia Porcella. El consenso de los pronósticos revelan lo trabajoso que será para la economía volver a crecer, a pesar del impulso del fin del default.

Redacción Fortuna

Por Virginia Porcella (*)

El Gobierno selló anteayer con el pago a los fondos buitre la salida del default, tras haber logrado un regreso al mercado de capitales global que se considera triunfal. La fiesta que vive la Argentina en el mundo financiero, sin embargo, no logra aún impactar en la evolución de la economía real ni tampoco siquiera en las expectativas de consultoras y bancos de inversión, algunos de ellos muy cercanos al Gobierno precisamente por las operaciones de financiamiento tanto para los holdouts como para las reservas del BCRA.

Por el contrario, las proyecciones privadas arrojan un desmejoramiento del ánimo. En promedio, prevén una caída de 0,9% de la economía para este año y un repunte de 3,3% para el próximo. A principios de año, esas mismas estimaciones indicaban un retroceso del PBI menor al medio punto (0,4%) para este año y una recuperación más fuerte para el próximo, de 3,5%. Estos datos se desprenden del último relevamiento mensual FocusEconomics, que recoge los pronósticos de entre veinte y treinta entidades locales e internacionales, en el que se explica que el mayor pesimismo está relacionado con Brasil.

En otras palabras, el impacto positivo por el fin del conflicto con los buitres estaba descontado mientras los coletazos para la Argentina de la crisis brasileña serían mayores que lo esperado.

Recuperación: el consenso de los pronósticos revelan lo trabajoso que será para la economía volver a crecer, a pesar del impulso del fin del default. Este trimestre será el peor del año, con una caída de 1,4%. En el tercero habrá paz de cementerios (0%), y recién desde octubre vuelve el crecimiento a un ritmo del 2,2%, para anticipar un 2017 de buenas noticias si se dan las proyecciones.

Inflación: nadie parece creer en la proyección oficial de 25% en la que insiste el ministro Alfonso Prat-Gay para este año. Ni siquiera el JPMorgan, banco que lideró la tarea de captar inversores para la megaemisión de los US$ 16.500 millones, que pronostica una inflación de 32,5% para 2016. En la misma línea, otros colocadores como el Santander o el Citi pronostican 30% y 35% respectivamente. El más optimista es Barclay’s, que predice 29%.

Dólar: en lo que sí habrían tenido éxito Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, es en su política de incertidumbre respecto del valor del dólar. Es difícil encontrar coincidencias en los pronósticos, con un rango que va de $ 14 a $ 18 para este año y de $ 14,75 a $ 22,80 para el próximo. El promedio arroja para fin de 2016 un dólar a $ 16,45.

Desempleo: pese al escenario poco optimista respecto de la actividad económica, el consenso es que la desocupación se mantendrá estable (8,2%) y que bajará en 2017. Sin embargo, algunas proyecciones individuales difieren. La UIA, por ejemplo, prevé un desempleo de 9% este año (estimación previa a la posible sanción de una ley antidespidos), mientras que Merrill Lynch lo calcula en 10% y Analytica (la consultora fundada por el ex ministro Roberto Lavagna) la proyecta en 10,3%.

Inversión: la lluvia de oferta por los bonos que el Gobierno emitió el martes pasado no se traduciría necesariamente en una inmediata lluvia de dólares. La expectativa es una reacción tímida este año.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.