Por Jairo Straccia | El titular de Consultatio, una de las mayores desarrolladoras inmobiliarias de emprendimientos privados en el país y el exterior, habló en una entrevista con PERFIL.
El bolsogate que protagonizó el ex secretario de Obras Públicas, José López, no sólo excitó al oficialismo y dinamitó al Frente para la Victoria en el Congreso: también generó un tembladeral entre los empresarios. Algunos ven inevitable que la onda expansiva les llegue porque sus empresas fueron parte de la “cadena de la felicidad”; otros porque ven cristalizado lo peor de una forma de hacer negocios que se extendió a través de varios gobiernos. Los menos se esperanzan en que haya “una vuelta de página” y un punto de partida hacia “algo más limpio”, más allá de que todos coinciden en que la Argentina está lejos de un proceso judicial similar al que atraviesa Brasil.
“La obra pública ha venido siendo uno de los más notorios epicentros de la corrupción por décadas, particularmente durante el último gobierno”, dijo a PERFIL Eduardo Costantini, titular de Consultatio, una de las mayores desarrolladoras inmobiliarias de emprendimientos privados en el país y el exterior. “Lo que más deseo como empresario y ciudadano argentino es que se termine con la corrupción e impunidad”, añadió el creador de Nordelta.
El tema cruzó a la Unión Industrial Argentina (UIA), que estuvo más preocupada por reclamos al Gobierno por importaciones y demoras en ayudas fiscales. “Me parece que deben reflexionar quienes participan de la construcción y de esos negocios”, apuntó José Urtubey, vicepresidente de la central fabril.
—¿Ayudan estas investigaciones a atraer inversiones?
—El shock es fuerte, aunque puede contribuir a una purga. Esto está lejos de que sea una investigación como en Brasil. A López lo encuentran de casualidad.
Constructivos. La Cámara de la Construcción (Camarco) fue la mayor caja de resonancia del conventazo, tanto porque sus miembros eran los interlocutores de López y su jefe, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, como porque su presidente, Juan Chediack, salió a decir el jueves que habían denunciado malas prácticas en su momento y el ex funcionario lo desmintió. Ayer, en la entidad también recordaban la mala relación De Vido-López, pero no para “encapsularlo” y proteger al kirchnerismo. Todo lo contrario: señalan que tanto Néstor como Cristina tenían trato directo con los secretarios de Estado. “López, el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, o el ex secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezzoa, todos siempre reportaban directo a la Casa Rosada”, recuerdan.
El Gobierno podría tener buen acceso a cómo operaba la cámara en el anterior gobierno: Andrés Peña, el hermano del jefe de Gabinete, Marcos, fue varios años gerente de Integración y Desarrollo en la entidad. “El crecimiento patrimonial de Báez me resulta inexplicable”, decía el año pasado Chediack, y recordaba que “el Negro” nunca había sido parte de la cámara. “Cuando una UTE ganaba una licitación, el Gobierno te pedía que sumaras a Lázaro como socio oculto y le dieras el 20%”, recordaba otro constructor.
Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.