Ex gerenta de Cresta Roja: "Cristina Kirchner nos quiso robar la empresa"

La empresaria Karina Rasic denunció que las políticas de Guillermo Moreno llevaron a la firma "al precipicio". La denuncia de los delegados por presunto "cierre".

Redacción Fortuna

A horas de que comience la evaluación de las propuestas técnicas para la adjudicación del proceso licitatorio de Cresta Roja, la ex gerenta de la empresa quebrada Cresta Roja, Karina Rasic, rompió el silencio y denuncio que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner le quiso "robar la empresa".

En diálogo con el diario La Nación, Rasic identificó las razones por las que según su opinión quebró la empresa avícola: "La falta de acción del Gobierno, el incumplimiento en el pago de los subsidios, la caída del mercado venezolano al que exportábamos, y la imposibilidad de despedir empleados y reducir costos fijos".

Además apuntó contra "la gente" en referencia a los trabajadores de la compañía. "Los que estaban radicalizados eran mayormente de izquierda y venían a hacer política en vez de trabajar. Dentro de ese grupo había un ausentismo enorme, que ahora, obviamente, no se da porque ese personal no fue reincorporado. Los líderes nunca colaboraron para llegar a una solución. Tuvimos un montón de tiempo para dialogar, porque cuando entramos en convocatoria tuvimos 18 meses", criticó.

Y puntualizó: "El gremio de la Alimentación es un desastre. Es un gremio que está en las antípodas de lo que es una empresa. Tienen un concepto de sindicato antiguo. Nos perjudicaron directamente. Son los más conflictivos. Incluso había empleados más antiguos, que también pertenecían al gremio, que les tenían miedo".

¿Cuál fue su relación con el gobierno de Cristina Kirchner?, se le consultó. "Cristina nos odiaba. Antes de declararnos en convocatoria ya conocía la situación que vivía la compañía desde 2011. Era una empresa grande que tenía 3200 empleados. No estaba para ayudar a los empresarios honestos, estaban para ayudar a los que hacían negocios con ellos. Además, una ministra me dijo que se querían quedar con la empresa, que metían a su gente y listo. Cristina Kirchner nos quiso robar la empresa. Ella pensaba que cuantas más compañías se quedara era mejor. Nos odiaba porque escuchaba las conversaciones de la gente y escuchó a mi papá decir algo sobre ella que no le gustó. También puede ser porque tuvimos buena relación con Menem, o por ahí se le cantó. Las mujeres somos complicadas", explicó.

En cuanto al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, criticó su política de precios máximos. "Una de las causas del debilitamiento fue la falta de pago de los subsidios (a cambio de mantener los precios bajos). A Rasic se le debía casi US$ 100 millones. Se nos terminó pagando creo que 20% o 25% y en bonos en pesos. Es ridículo y terminó afectando a la empresa". Y agregó: "Moreno nos hizo poco competitivos y nos puso en un lugar donde, si no se volvía a reincorporar el dinero, ya estabas llegando al precipicio. A menos que hubiese un cambio en la economía. Eso inició la quiebra".

En otro tramo de la entrevista negó conocer si su familia posee dinero en cuentas offshore en el extranjero. "Si hay cuentas afuera las tienen que encontrar. Hoy se pueden buscar, no es difícil. Nadie me trajo pruebas de que tengamos algo afuera", lanzó al tiempo que aseguró que en su familia están "dolidos" porque son "honestos".

Por último calificó al macrismo como "kirchnerismo de buenos modales" dado que "nunca los llamaron", y se lamentó no haber vendido a tiempo la empresa: "Yo quería la comprara Joaquín De Grazia (dueño de granja Tres Arroyos)". Se le consultó porqué decidió hablar ahora, y respondió: "Me pareció que no era el momento. Estaban hablando muchas personas y había que dejarlas. Creo que ahora es el momento adecuado porque supuestamente la jueza ya va a tener una resolución sobre el tema".

Precisamente por estas horas, comienza la evaluación de los pliegos licitatorios para adjudicarse la empresa. La jueza Valeria Pérez Casado, a cargo del Juzgado Comercial 18, inició el mes pasado un proceso de licitación pública y el viernes pasado se realizó la apertura de sobres entre los únicos dos oferentes: Granja Tres Arroyos, asociada a Adeco Agro, y el consorcio Proteinsa SA, compuesto por Ovoprot, Tanacorsa y Grupo Lacau. A partir de este lunes, la sindicatura va a evaluar las propuestas técnicas de ambas empresas en un plazo de cinco días hábiles, para luego pasar a la oferta económica, cuya base es de 110 millones de dólares.

Según el delegado Cristian Villalba, perteneciente al Sindicato de Alimentación, hay riesgos de "cierre" de la empresa, consignó DyN. "Directivos de Tres Arroyos recorrieron la planta y en voz alta decían que tenía mucho personal", lo cual generó "preocupación en todos los operarios" que obligaron a los visitadores a retirarse. Villalba precisó que las sospechas de un vaciamiento se deben a que "en diciembre Tres Arroyos había presentado una oferta" en la que proponía "cinco años para la reactivación con 90 personas trabajando". Según el delegado, todavía quedan unas "800 personas" que no han sido reincorporadas desde el cierre de la planta y esa es una de las cuestiones que deben responder en sus "propuestas técnicas" las firmas interesadas. "Si hay una reducción de personal la gente estaría disconforme y empezarían otra vez los cortes, y eso beneficiaría a Tres Arroyos porque podría cerrar la planta y así se quedaría con el monopolio, que es lo que buscó desde un principio", advirtió.

17-10-2016