Nueva caída de la industria alimenticia

El sector de alimentos tuvo una baja en su nivel actividad del 4,7% en septiembre. También cayó la oferta de productos un 0,8% en los primeros 9 meses del año.

Redacción Fortuna

En septiembre, la industria alimenticia, según los datos oficiales, presentó una caída en su nivel de actividad del 4,7% con relación a igual mes del año anterior. Así, en los nueve primeros meses del año, la oferta de alimentos exhibió un descenso del 0,8%.

En términos interanuales, se verificó una suba de los precios de los alimentos del 20,2% en octubre. Sin embargo, ya desde el mes de abril se comenzó a observar una disminución con respecto a los registros previos que alcanzaban el 30,1% interanual.

En los primeros nueve meses de 2017, las exportaciones de alimentos alcanzaron los u$s 11.985 millones, un 3,2% por debajo de igual período de 2016. En cantidades, por su parte, exhibieron un descenso del 0,8% al totalizar ventas por 30,6 millones de toneladas frente a las 30,8 millones de toneladas del acumulado a septiembre de 2016.

La participación del sector alimenticio en el total de las exportaciones de nuestro país llegó al 27,3% en el acumulado a septiembre de 2017, un 3,8% menor al 28,4% de igual período de 2016. Incorporando las ventas externas del sector de bebidas, la participación llegaría al 29% en el acumulado de nueve meses de 2017, cifras que marcan la importancia del sector de alimentos y bebidas en el comercio exterior argentino.

El principal destino de los productos alimenticios argentinos en valores, en el acumulado a septiembre de 2017, fue la India con el 13,8%. En segundo término, se ubicaron las exportaciones a Vietnam, con el 8,2%. En tercer y cuarto lugar, se ubicaron Indonesia y España, con participaciones del 5,9% y de 4,5% respectivamente, seguidos por las ventas hacia Brasil e Italia, ambos con el 3,8% y finalmente Egipto (3,6%).

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores “el cambio de Gobierno y las primeras medidas instrumentadas permitieron vislumbrar un escenario más favorable para las industrias alimenticias, a pesar de la presencia de un panorama internacional ya no tan propicio”.