Grobocopatel: "Se perderán u$s 5.000 millones por la sequía"

Gustavo Grobocopatel habla de las consecuencias de la falta de lluvia en el campo. Las pérdidas en soja y maíz, y la oportunidad para el trigo.

Redacción Fortuna

El presidente del Grupo Los Grobo, Gustavo Grocopatel, afirmó que “las lluvias llegaron, todavía no en gran cantidad. Pero llegaron tarde, cuando gran parte de la soja y gran parte del maíz estaba cosechado”. Para el empresario, las últimas lluvias “probablemente tengan impacto en la siembra del trigo que es lo que se avecina. Con la lluvia reciente, uno es más optimista sobre el trigo a sembrar. Además, los precios internacionales subieron. Es un incentivo importante: probablemente los productores puedan sembrar mucho trigo".

Para Grobocopatel, “el número de la pérdida que se viene dando, más allá de que hay muchas hipótesis y de que todavía falta (y las sorpresas son bastante negativas), lo estimé en alrededor de 5.000 millones de dólares. Probablemente, estaremos en ese valor. Estimamos los rindes de soja en un 15% menos. Y los de maíz, en un 20%. A eso digamos que tanto el maíz de segunda como la soja de segunda sembrada están muy afectados. Es un número importante, no solo por exportaciones, sino también por recaudación. Gran parte de esas pérdidas son por la soja y la soja sigue pagando retenciones. Pero básicamente lo que debemos saber es que la actividad en gran parte de los pueblos del interior se va reducir en el año”, dijo en el programa de FM Milenium Dato sobre Dato..

Explicó que “en general, este excedente, el productor lo destina a comprar, a arreglar lo que haga falta, a cambiar su auto, a mejorar su casa. Inversiones tanto en bienes de capital, como de uso. Y esa merma la vamos a ir sintiendo en la vida cotidiana. Durante todo este año”.

El precio de la soja. Para el empresario “en la última época del gobierno de De la Rúa, la soja estaba a unos u$s 150.- la tonelada. Durante, el gobierno de Néstor Kirchner llegó a valer unos 600 dólares. O sea unas cuatro veces más. Después bajó a 350 dólares. Igualmente, es un número alto, en relación a De la Rúa. Los especialistas consideran que es un nuevo piso, en relación a la demanda que continúa muy firme: el mercado de la soja tiene una crisis de oferta, no de demanda”. Agregó que “en este contexto, uno puede esperar que tras esta sequía, si la oferta se reacomoda, los precios nuevamente tiendan a bajar, dado que la demanda sigue firme. En cambio, los precios se modificarán si cambian las condiciones en Estados Unidos. O si hay alguna falla en algún lado. Si esto pasa, volveríamos a estar en los precios de la época de Néstor Kirchner. Y eso sería muy bueno para el país. Eso sería un nuevo viento de cola. De todos modos, el precio no lo manejamos nosotros”.

Para el empresario, el volumen de producción es esencial. Lo importante es tener producción. Porque si los precios eventualmente aumentan no los podemos aprovechar. Es como tener sopa y contar con un tenedor. Hay que lograr tener una buena producción para aprovechar un eventual aumento del precio a nivel global”.

Sobre la inflación en la Argentina, el empresario dijo que “si bien no soy economista, soy un productor agropecuario, sigo con interés lo que dicen los expertos. Y adentro y afuera, los expertos dicen que los precios van a tender a bajar a lo largo del año y se van a establecer en un nivel sustancialmente menor al año anterior. La inflación es el resultado de una serie de cuestiones. No es que los precios suben por arte de magia. Tenemos déficit externo y tenemos una serie de desequilibrios macroeconómicos que aún persisten que son los que llevan a la inflación. El ataque a la inflación tiene que ser un ataque multisistémico, multicausal. Y eso va a llevar un poco de tiempo. Yo escucho lo que dice el gobierno. Y creo que es un proceso que aún llevará tres o cuatro años para bajar la inflación”.

¿Cuál es el rol del campo en la baja de la pobreza? “En el mundo se habla de ecosistemas de negocios. Es también una mirada sistémica. La agricultura empuja también al sector automotriz, por dar un ejemplo. Hace poco el presidente de Toyota me decía que no hubieran hecho su planta de pickups en el país, si no hubiera existido la agricultura. Y así pasa con otras industrias, como la química, la petroquímica. También aquí incide la agricultura, como factor de desarrollo. Entonces, hay que ver las cosas como un sistema. El ecosistema que incluye a la producción agrícola y sus industrias relacionadas es muy importante para la Argentina. Porque nuestro país tiene las condiciones naturales y puede hacerlo. Pero no es la única. No puede ser lo único para salvar al país. Felizmente en la Argentina tenemos oportunidades: el turismo es una de ellas. También hay un elemento importante en los servicios para la tercera edad”.