Cinco claves a tener en cuenta a la hora de solicitar una tarjeta de crédito. Cómo evitar el sobreendeudamiento y el error de cubrir sólo el pago mínimo.
Desde comienzo de año diferentes sucesos económicos y financieros marcaron un estado de especulación en el país. Según analistas financieros se identifica un cambio en los hábitos de consumo de los argentinos para ajustar sus presupuestos a la corrida cambiaria y su impacto en los precios. De esta forma, hay una tendencia en los consumidores argentinos al uso de medios de pago que le permitan financiar sus compras.
Según datos publicados por el Banco Central, se identifica un aumento sostenido en la cantidad de tarjetas de crédito en el país durante el último año. Actualmente, se calcula que ya circulan más de 40 millones de plásticos entre entidades públicas y privadas, cerca de 3 millones más que en el mismo período que el año anterior.
Al respecto, Rodrigo Nadal, director de Resolvé tu deuda comentó: “Las tarjetas de crédito son vistas como un instrumento financiero que permite vencer los avances de la economía. Simplemente con pensar que los usuarios pueden financiar en cuotas sus consumos o acceder a descuentos bancarios mientras suman puntos o millas de viaje las hace parecer perfectas. Pero el problema principal se encuentra en la falta de educación financiera y el desconocimiento general sobre las condiciones de financiación, lo que hace que las personas cometan el error de comenzar a pagar solo el mínimo de la tarjeta.”
Conocé tu historial crediticio
Cuando se realiza una solicitud en un banco lo primero que miran las personas encargadas de aprobar la tarjeta es el comportamiento financiero del solicitante. Estas personas evalúan los ingresos para definir la capacidad de pago que tienen, si ya cayeron en deudas en el pasado y si cumplieron con los plazos de pago, si pagan los resúmenes a tiempo, entre otros factores determinantes. En el caso de que una persona tenga una deuda, se recomienda cancelarla antes solicitar un nuevo crédito, ya que es probable que no aprueben la petición.
Identificá el objetivo de tu crédito
No todas las tarjetas son iguales, por lo que es necesario evaluar y definir cual será el uso que se le dará a ese dinero. Los requisitos, plazos y hasta la aprobación es diferente para cada crédito por lo que este punto debe ser claro desde el principio. Además, es importante tener en mente cuál es el objetivo que se busca cumplir e identificar las opciones que mejor te ayuden a cumplirlo.
Compará las opciones
Cuando ya se reconoció el objetivo que se necesita cumplir, se debe comenzar el proceso de investigación sobre los diferentes tipos de créditos que hay en el mercado. Las personas no suelen interiorizarse sobre las características de cada préstamo por lo que terminan solicitando uno que no satisface su consumo de la mejor manera. Para evitar caer en esta situación, es necesario revisar la amplia oferta de créditos antes de decidirse por una tarjeta.
Determiná tu capacidad de pago
El crédito no es un ingreso extra sino una forma de extender el uso de nuestro dinero. Para aprovecharlo responsablemente se debe determinar el monto máximo al que nos podríamos comprometer mensualmente sin afectar nuestra economía. Para identificar esta cifra se deben restar los gastos fijos y el ahorro a tus ingresos netos. El resultado será la capacidad de pago.
Analizá en el CAT
El Costo Anual Total (CAT) es una medida estandarizada que te ayuda a comparar el costo del financiamiento crediticio entre productos. Debido a que este indicador no sólo involucra las tasas de interés, sino todas las comisiones, es una buena referencia para determinar qué tan caro es un crédito. Sin embargo, considera que los beneficios no están incluidos en ese porcentaje, así que un CAT menor podría no garantizar un plástico acorde a tus objetivos.
Finalmente, Nadal destacó la importancia de informarse oportunamente a la hora de adquirir una tarjeta de crédito sobre sus condiciones, plazos e intereses para encontrar aquella que se ajuste a las necesidades de cada usuario. También recomendó evitar realizar el pago mínimo de la tarjeta a largo plazo para que no se transforme en un hábito que lleve a una situación de sobreendeudamiento.