Motivos para invertir pensando en 2021

Por Salvador Di Stéfano /Se viene un verano con pocos dólares. Por qué conviene comprar bonos largos argentinos.

Redacción Fortuna

La llegada de dólares del FMI enfría la suba del dólar; sin embargo, el verano apunta a escasez de divisas, producto de un tipo de cambio poco competitivo. Oasis financiero de corto plazo, escasez de dólares en el verano, y, en el largo plazo, Vaca Muerta es la salida.

—Se cerró el acuerdo con el FMI y llegan los dólares.

—Correcto, la primera cuota llega ahora, en noviembre, y serán u$s 6.700 millones; la segunda, el 15 de diciembre, de igual monto. Se renovó el swap con China y aportaría u$s 9.000 millones adicionales. El Banco Mundial y el BID nos podrían prestar antes de fin de año u$s 2.000 millones.

 —Entonces, tenemos el dólar tranquilo.

—Parecería que el gobierno tendrá margen de maniobra para terminar el año con un dólar muy tranquilo, y con tasas del 70% anual lo llevaría al piso de la banda cambiaria. El dólar besara la lona este fin de año en el rango de $ 35/$ 36.

—Esto no es bueno para la exportación.

—La Argentina tuvo un tipo de cambio competitivo entre enero de 2002 y junio del 2008, en ese período el tipo de cambio se ubicó entre el equivalente a los $ 40,00 y $ 54,75, en el pico más alto de la devaluación post convertibilidad. Mientras en la actualidad el tipo de cambio se ubique por debajo de $ 40,00 no seremos competitivos para exportar y la aduana será un colador.

—El dólar debajo de $ 40,00 está barato.

—Es un precio interesante para comprar. No obstante, sabes que me gusta comprar vía Letes, que rinden el 6% anual, o títulos públicos como el Bonar 2024, que rinde más del 10% anual.

—Comprar bonos me da cierto temor porque Estados Unidos puede subir la tasa.

—Error. Estados Unidos puede subir la tasa de corto plazo del 2,25% actual al 3,5% en apenas doce meses. Esto podría hacer disparar la tasa de los bonos de la tesorería norteamericana a 10 años del 3,2% al 4,2% anual. Si ello ocurre, si Argentina mantiene el riesgo país en torno del 6%, tendría una tasa de retorno para sus bonos del 10,2% anual, algo similar a lo que ocurre hoy.

Muchos analistas no recomiendan comprar bonos largos argentinos.

—Error, y te lo voy a demostrar. Supongamos que compras el bono DICA, cuyo valor nominal es u$s 140 y cotiza en bolsa u$s 118,00, esto implica que cotiza a una paridad del 84%. Este bono entre hoy y diciembre de 2019 paga rentas por un total de u$s 17,40. Si a dicha fecha cotiza en bolsa a u$s 100,60 implica que tendrá una paridad de 71,8% y que su tasa de retorno se ubicaría por encima del 15% anual.

—¿Entonces?

—Me parece que el bono largo argentino tiene tasas de retorno muy elevadas y que difícilmente las puedan seguir incrementando a futuro.

—Para vos el país estará mejor a fines del año 2019.

—Hay muchos atenuantes por delante. Brasil mostraría más dinamismo económico luego de las elecciones presidenciales. La Argentina tendría una buena cosecha 2018/19, y todo hace pensar que de cara a la campaña 2019/20 tendremos mejores precios que los actuales. Para fin de 2019 dejaremos atrás las elecciones presidenciales locales, que nos dejarán una mayor esperanza para una recuperación económica.

—Pero, mirá que estás comprando un bono como el DICA, que vence en 2033.

—Bueno, la Argentina con Vaca Muerta funcionando a pleno en el año 2021/22, nos dejará exportaciones por más de u$s 30.000 millones, además de un mix de combustibles y energías más económico.

—En el largo plazo todos los bonos se pagan.

—Correcto, la inversión actual en Vaca Muerta dejará grandes utilidades para las empresas que la explotan, y para el país ya que ingresaran más divisas y el dólar dejará de ser una pesadilla.

—El dólar alto de hoy será el dólar bajo de mañana.

—Ojalá que eso no ocurra: el país debería nombrar a una comisión de expertos para manejar la economía que viene. De lo contrario, el mayor ingreso de divisas nos apreciará el tipo de cambio y nos dejará un severo problema de competitividad. La Argentina debería trabajar en un plan económico, que, con las externalidades positivas que genere Vaca Muerta, pueda lograr superávit fiscal, pagar la deuda externa, capitalizar al Banco Central y generar un fondo anti cíclico en el exterior, de modo tal que podamos tener un tipo de cambio competitivo.

—¿Por qué lo decís?

—El dólar hoy es un recurso escaso y, por ende, caro. Creemos que en los próximos meses, en especial enero y febrero, se puede convertir en más escaso y mucho más caro. Una vez que ingresen los dólares de la cosecha, el dólar comenzará a ser menos escaso, y, por ende, la capacidad de compra disminuirá.

—¿Entonces?

—Hay que ser muy astuto para poder invertir los dólares entre los años 2018 y 2019 en activos estratégicos, ya sean activos financieros (acciones de empresas con gran futuro) o bien inmuebles con alta potencialidad de suba, ya sea urbanos o rurales.

—Hay que diversificar

—Correcto

—¿Por ejemplo?

—Pensando en Vaca Muerta, yo tendría acciones de YPF, Pampa Energía y Transportadora Gas del Sur. Pensando en el futuro de Brasil, tendría Petrobras Brasil. Si la Argentina supera la coyuntura financiera y económica, los bancos Galicia, Macro y Supervielle serían una excelente opción de compra.

—¿Algo más?

—Compraría terrenos estratégicos urbanos, locales comerciales, campos ganaderos que están a muy buen precio y, en especial, campos en el norte del país, donde los precios están por debajo de los u$s 1.000 la hectárea.

—Te veo muy optimista.

—No te creas, veo un oasis entre noviembre y diciembre. Pero, un verano cargado de complicaciones, entre enero y marzo. Un 2019 con mucha volatilidad por las elecciones y el contexto internacional. Una mejora de Argentina desde 2020 en adelante. Para hacer grandes negocios, hay que comenzar a diversificar hoy, que están las ofertas y los amigos del desánimo dispuestos a vender.

—A futuro

—Si la Argentina sale de la crisis, los precios actuales difícilmente se repitan y la escalada alcista nos alejara de los objetivos estratégicos que nos propusimos. Comprar hoy con la mirada en 2021.

*Titular de la consultora Salvador

Di Stéfano y asociados,

de Rosario

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