Los principales argumentos son la caída del precio del petróleo y el dólar estable. La rebaja sería del 10% y entraría en vigencia en diciembre.
Esta semana, el Gobierno empezó una negociación tenaz con las petroleras. El objetivo es que, en diciembre, las distribuidoras locales recorten al menos un 10 por ciento el valor de los combustibles de venta al público. Teniendo en cuenta que el precio internacional del petróleo está en baja y el dólar estable, desde el oficialismo creen poder llegar a un acuerdo.
Desde el Poder Ejecutivo esperan lograr que, por lo menos, los “premium” bajen sus precios. Cabe recordar que, en lo que va del año, las naftas de mayor octanaje subieron un 70 %. En las estaciones de YPF de Buenos Aires, el litro de ese producto está en $ 44,01, aunque en algunos puntos del interior de la provincia y del país supera ese nivel.
En declaraciones al diario Clarín, fuentes de la Rosada dijeron que “en diciembre corresponde una actualización del impuesto al Carbono. Pero creemos que las petroleras ya alcanzaron el "import-parity" (precio de paridad de importación, contra la que se mide el rendimiento de la producción local) y ahora tienen que bajar los importes en un 10%, al menos en la (nafta) premium". Asimismo, agregó: "las petroleras recurren a importaciones para (la refinación) de premium. Si el precio de las importaciones es el que tienen en cuenta, lo lógico sería que rebajen".
Uno de los argumentos que el Gobierno le planteará a las autoridades de YPF es que a principios de octubre el barril de petróleo estaba en u$s 85 dólares, pero luego bajó hasta los u$s 62. El mismo discurso podría ser utilizado en las negociaciones con Axion y Shell, los otros principales jugadores del mercado. Igualmente, desde el oficialismo piensan que el liderazgo de YPF en el mercado pueda arrastrar al resto del mercado.
De momento, fuentes ligadas al sector empresarial confirmaron las negociaciones, pero todavía no hay señales de querer bajar los precios.
A mediados de este mes, y por primera vez en el año, las petroleras hicieron una rebaja en sus precios. La primera compañía en recortar los valores fue Axion y luego se le sumó Shell.