A partir del 1º de enero, las provincias deberán hacerse cargo de los subsidios al transporte. Esto podría derivar en que a una parte del monto sea aportada por el usuario.
A partir del 1º de enero, las provincias deberán hacerse cargo de los subsidios al transporte. Esta medida podría impactar en los bolsillos de las personas.
Sucede que algunos gobiernos provinciales no verían con malos ojos la posibilidad que, una parte del monto que ahora deberán afrontar con sus recursos, sea aportada por el usuario. De hecho, las provincias más pobladas son las que tendrían mayores problemas para hacer frente a los cargos. En otras palabras, es muy posible que con el nuevo año llegue un aumento en los boletos de los colectivos.
En el último tiempo, desde Nación vienen publicando varias normas regulatorias como para dar forma al proceso de traspaso de subsidios. Una de ellas es la que establece los costos del sistema proyectado para enero próximo. Allí, las provincias tomaron por primera vez real dimensión del verdadero monto del subsidio.
De acuerdo con lo informado por el diario La Nación, los colectivos que solo circulan por la ciudad de Buenos Aires, que no traspasan la General Paz en sus recorridos, tienen un costo total de $79,64 por cada kilómetro que recorren. En ese tramo, según los cálculos de una empresa tipo que sirven de base a todo el sistema de subsidios, suben 3,08 pasajeros.
Pero entonces, ¿cuánto se recauda por esos boletos que se cortan en esos 1000 metros? La respuesta la tiene esa resolución que ahora es analizada en detalle en las provincias. La tarifa media que paga cada pasajero es de $9,37, es decir, entre los tres que suben por kilómetro aportan al sistema $ 28,85.
Por lo tanto, en la ciudad de Buenos Aires, por cada kilómetro que recorre un colectivo gasta $79,64. Del total, $ 28,85 los aportan los pasajeros. Los $ 50,79 restantes son cubiertos con los subsidios.
Hasta hoy, la gran mayoría de las provincias, y la Ciudad, siempre estuvieron alejadas de la discusión sobre la conveniencia de que haya más o menos colectivos. Claro, en su momento no importaba, ya que el aporte por los kilómetros recorridos sin utilidad era solventado por la Nación. Después en el 2002, una de las medidas tomadas mientras se salía de la convertibilidad fue la implementación del sistema de subsidios al transporte urbano. La diferencia entre la recaudación y el costo la pagaba el Tesoro nacional.
Igualmente, el problema no es solo en el transporte urbano, sino también en el interprovincial. Provincias como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires se ven afectados presupuestariamente por una enorme porción de subsidios que se llevan las empresas que unen los pueblos, y que, claramente, son parte del entramado social y productivo de las provincias.
Hasta ahora, y salvo algunas pocas excepciones, como Santa Fe, Córdoba y Misiones, que tiene un sistema integrado en la ciudad de Posadas, pocos distritos se han preocupado por estudiar la productividad del sistema.
Un claro ejemplo es la ciudad de Buenos Aires. Mientras que en algunas zonas acumula una gran cantidad de colectivos, en otras apenas llega alguna que otra línea.