De qué depende realmente la creación de empleo

Por Ricardo Hausmann / El transporte, la energía y la logística caros, así como las reglas del mercado laboral, explicarían la escasez de trabajo.

Redacción Fortuna

Que una llanta esté desinflada en la parte inferior no quiere decir que el agujero esté allí. Lo mismo se puede decir de los mercados laborales. El temor por la escasez de buenos empleos está alimentado un interés en intervenciones en el mercado laboral como son los centros de empleo que intentan conectar a los trabajadores desocupados con las vacantes, los servicios de capacitación para mejorar las capacidades de los desempleados y los subsidios salariales temporales, entre otros. Dado que lograr que más trabajadores consigan buenos empleos más rápido es un objetivo político tan importante, algunos países crean las llamadas unidades de ejecución en la oficina del presidente o del primer ministro para centrarse en cómo hacerlo. Pero una escasez de buenos empleos no significa que el mercado laboral sea el problema.

En muchos países, el transporte, la energía y la logística caros y poco confiables, o una severa escasez de financiamiento, pueden explicar la escasez de buenos empleos. La escasez de divisas extranjeras es una causa de problemas muchas veces subestimada. Las empresas no pueden producir más porque no pueden obtener las materias primas, los insumos intermedios, las piezas de repuesto y los equipos importados que hacen falta para expandir la producción.

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Cuando se levanta la restricción de divisas – digamos, porque sube el precio de los commodities que exporta el país o por una mayor disponibilidad de financiamiento externo, como sucedió en gran parte de África y América Latina entre 2004 y 2014– , los países alcanzan un crecimiento rápido y se quejan de la escasez de habilidades, no de la escasez de empleos. Pero cuando cambia la marea, vuelve a aparecer el problema del empleo, porque los recortes de importaciones minan la demanda de trabajadores.

Pero a veces el agujero en la llanta realmente está cerca de la parte inferior. El problema puede residir en las reglas del mercado laboral, las regulaciones y su cumplimiento o una historia de relaciones laborales adversas. Un salario mínimo excesivo, como en Colombia y Sudáfrica, genera una escasez de empleos formales y un aumento de la actividad informal. En este caso, una solución más apropiada sería un subsidio fiscal que compense a los trabajadores por sus bajos salarios. De la misma manera, países como Argentina y Sudáfrica extienden los convenios colectivos firmados con algunas empresas a todas las empresas del sector, lo que genera serios problemas para las regiones rezagadas que no pueden hacer frente a los términos acordados en las partes más desarrolladas del país.

Los gobiernos tienen razón al focalizarse en la creación de empleos de calidad, porque el trabajo es la fuente de subsistencia de la mayor parte de la gente en todas las sociedades. Pero la solución reside en políticas públicas que no están bajo el control de los ministerios de trabajo o educación.

*Profesor en Harvard University

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