Un argentino agrícola entre los colosos

Por Claudio Celano Gómez /Con más del 20 % del market share global de inoculantes, Rizobacter compite con las grandes compañías del mundo.

Redacción Fortuna

Los negocios del campo argentino siempre están en la mira de todos. Si bien el antagonismo entre campo e industria debería haber quedado en el pasado hace ya mucho tiempo, parece que para muchos políticos y economistas esa tensión sigue más vigente que nunca. Y, lamentablemente, para gran parte de la sociedad también.

El campo es uno de los principales generadores de divisas del país. Esto quedó bien en claro el año pasado, cuando la sequía impactó de lleno en las exportaciones y las arcas nacionales. Pero este sector no solo es importante como motor económico, sino que es sinónimo de tecnología e innovación en todo el mundo. Y en el contexto actual, donde todas las miradas están puestas en lo que sucederá a fines en las elecciones presidenciales, Fortuna habló mano a mano con Ricardo Yapur, CEO de Rizobacter, una compañía local, de más de 40 años, que tiene más del 20% del mercado mundial de inoculantes y compite con los colosos Bayer-Monsanto, BASF, Corteva y Dow, entre otros jugadores internacionales.

Yapur trabaja en Rizobacter hace casi cuatro décadas y vió y vivió el crecimiento de esta empresa bien desde adentro. Fue uno de los hombres de mayor confianza de Miguerl Harnan, el irlandés que fundó y creó la compañía en un garaje de Pergamino. Su primer nombre fue Rizobacter Sociedad Anónima para que pareciera que era una subsidiaria de una multinacional. Se desarrolló primero en la Argentina hasta que 10 años después de su fundación, en 1987, realizó su primera exportación.

En el 98 abrió su primera subsidiaria, en Brasil, luego lo hizo en Paraguay, Bolivia y Uruguay. Un importante hito, que cambió conceptualmente a la compañía fue en 2016, cuando Bioceres adquirió el 80% de sus acciones. Dos años después, hicieron pie en Francia, para ganar terreno en el mercado europeo. Hoy Rizobacter tiene más de 500 empleados, 9 sucursales en el mundo y facturó más de u$s 150 millones en su último ejercicio. De ese total, u$s 40 millones son de exportación. La proyección para su próximo ejercici es tener ventas por u$s 180 millones, de los cuales u$s 50 millones provengan de la exportación. "Somos una empresa moderna. La compra de Bioceres nos potenció mucho y su salida a la bolsa más todavía. Nuestro principal mercado sigue siendo la Argentina, pero tenemos una fuerte presencia en Brasil, que es nuestro mercado externo más importante, además de otros países de la región, en Norte América, Europa y en India con una participación muy chica. Nosotros tenemos muy en claro que donde hay soja, tenemos que estar. El único lugar donde todavía no llegamos es a China", explica Yapur en el comienzo de charla con Fortuna.

El CEO de Rizobacter hablará de la actualidad de su sector, de por qué el negocio hoy está muy bien pero las expectativas no son positivas, el riesgo ante la vuelta de una política de confrontación con el campo y las reformas estructurales que necesita el país para salir adelante. "Somos un jugador argentino entre colosos. Tenemos una competencia muy grande, con las firmas más importantes del mundo. Sin embargo, nosotros tenemos una ventaja. Las grandes multinacionales son como los transatlánticos, apuntan para un lado, van para allá y les cuesta dar vuelta. Nosotros somos una lancha rápida u nos podemos acomodar mejor. Y eso es lo que hacemos y es lo que nos permite ser líderes en inoculantes", agrega Yapur.

Fortuna: ¿Su negocio depende casi exclusivamente de que al campo argentino le vaya bien?

Yapur: De los últimos 20 años, en el único que no crecimos como compañía fue en 2015 y la explicación es política. Los productores agropecuarios creían que ganaba Scioli y que las políticas de pelea contra el campo iban a seguir, sobre todo la prohibición a la exportación de trigo y maíz, y las altas retenciones a las soja. Este año, lo que sucedió fue que el campo sembró pero invirtió poco en tecnología y nosotros somos una que vende tecnología para el campo. Los rendimientos de ese año, entonces fueron muchos más bajos. Nosotros en Rizobacter tenemos inoculantes de baja y alta tecnología, y en 2015 los productores solo buscaban precio. No quisieron invertir.

Fortuna: Pero finalmente ganó Macri, ¿hubo un rebote que les permitió recuperar lo perdido?

Yapur: Al año siguiente hubo un muy buen rebote. Hay que entender que la economía es expectativa. Y eso queda más que claro con lo que está pasando hoy en día. En este momento en el campo el negocio es muy bueno. Se está ganando buen dinero pero las expectativas del campo no son buenas. Nosotros por ahora seguimos vendiendo bien pero empezamos a ver que quizá muchas hectáreas que en la última campaña estuvieron destinadas al maíz, en la próxima campaña se pasarán a la soja. Esto significaría volver a la historia de antes, porque es lo que pasó durante el gobierno de Cristina Kirchner. Sus políticas fomentaron, indirectamente, la siembra de soja porque era el producto de exportación que generaba los dólares.

Fortuna: ¿Usted cree que el gobierno de Macri fomentó una mayor diversificación de siembra en el campo?

Yapur: Cuando vino este gobierno se empezó a fomentar mucho, y bien, el trigo y el maíz. Básicamente, porque se sacaron las barreras que había y hubo cosecha récord gracias a la exportación. Ahora, lo que está pasando es que los productores están teniendo miedo de que vuelva la política anterior, por lo que están volviendo a la soja y devolviendo las bolsas de semillas de maíz. Esto demuestra que la economía es expectativa y como las expectativas no son buenas, suceden estas cosas.

Fortuna: ¿Qué deberían hacer quienes hoy son candidatos, sobre todo Macri y Fernández, para tratar de revertir estas expectativas? ¿Usted cree que podrían volver las políticas de los últimos años del kirchnerismo?

Yapur: Recién en la próxima temporada se verá. Yo creo que no hay espacio para otra pelea con el campo. Eso es lo que yo creo, pero hay muchos productores que creen que puede suceder nuevamente y están apuntando a sembrar más soja porque es un producto de exportación. En contraposición, el trigo y el maíz son fundamentalmente para el mercado interno y si empiezan a manejar el precio del trigo para el pan o del maíz para el alimento del pollo o los cerdos, eso sería un problema.

Fortuna: ¿Por qué usted cree que no hay espacio para otra pelea y afirma que muchos productores creen que si?

Yapur: No creo que haya espacio para otra pelea porque el campo es un gran productor de divisas. El total del negocio de productos fitosanitarios del campo son cerca de u$s 2.500 millones, de los cuales mucho se produce en la Argentina y lo que se importa es el activo nada más. Por otro lado, el negocio de los fertilizantes son u$s 1.500 millones, y también hay una parte local y otra importada. ¿Qué quiero decir con esto? Que con muy poca plata destinada al exterior como importaciones, la balanza comercial es muy superavitaria. Las exportaciones que genera el campo son entre u$s 25.000 y u$s 30.000 millones por año, con lo que el costo es solo un 10%. Entonces, con la necesidad de divisas que tiene la Argentina, el campo es un sector que no se puede perder.

Fortuna: Y en ese contexto, ¿cómo analiza el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea? ¿Cómo puede impactar en su sector?

Yapur: A nosotros no creo que nos cambie la ecuación, pero sí a nuestro cliente final, por lo que, a fin y al cabo, es positivo para nosotros. Cuando los productores ganan más, invierten más. A mí me entusiasmó mucho el acuerdo con la Unión Europea. El problema es que cayó en un momento político en el que todos tenían que decir algo. Cayó en la grieta. Pero no podemos podemos decir que este acuerdo está mal cuando nos está abriendo la puerta a un mercado de muchos millones de personas y a un PBI enorme. Es un buen acuerdo. Entiendo igual que habrá sectores que van a estar mal, y es lógico. A ellos les pasa lo mismo y los franceses se están quejando porque nosotros somos más competitivos que ellos. En este sentido, el próximo gobierno deberá hacer ajustes determinados para los sectores que necesiten ayuda.

Fortuna: ¿No cree que además este acuerdo podría apuntalar algunos cambios que la Argentina necesita?

Yapur: Este acuerdo nos va a obligar a cambiar muchas cosas y ser un país más moderno. Estamos en un país muy cerrado. Si no cambiamos eso, es imposible y seguiremos retrocediendo y la verdad es que no nos queda espacio para seguir retrocediendo mucho con los más de un 30% de pobreza.

A la espera de regulaciones. Desde que Rizobacter le vendió el 80% de sus acciones a Bioceres, la compañía ha logrado explotar y expandir su canal comercial. Y el futuro inmediato es todavía más promisorio, ya que Bioceres tiene los derechos exclusivos del gen de tolerancia a sequía y salinidad de la soja. Éste ya fue aprobado en la Argentina, Estados Unidos y también en Brasil, pero todavía falta que lo apruebe China. El gigante asiático es el gran comprador de la soja Argentina, por lo que hasta que no se apruebe allí se va a utilizar muy poco. “Está aprobado pero a referencia de China”, explica Yapur. Lo mismo sucede con este gen en trigo, que está aprobado pero a referencia de Brasil. “Cuando el gen esté aprobado, será utilizado en las variedades de soja y trigo que tiene Bioceres y nosotros como Rizobacter somos sus comercializadores”.

Fortuna: ¿Con esta soja y trigo resistentes a la sequía se hubiese evitado perder gran parte de la cosecha de 2018?

Yapur: Exactamente, y es un producto que se desarrolló por argentinos. Y esto es lo que muchas veces no se ve. Todavía hay gente que sigue creyendo que el campo es algo extractivo,cuando en realidad el campo es una línea de ensamble. Al productor le llega toda la tecnología de semillas, la tecnología de siembra directa, la tecnología de fertilizantes y la de protección de cultivos. El productor es quien tiene que ensamblar todo eso y llegar a producir un grano, a lo que se le suma toda la maquinaria asociada a eso. Es evidente que ese único grano vale poca plata, porque la tonelada de soja cotiza a u$s 250 y la de maíz o trigo a u$s 150. Pero detrás de ese grano hay mucha tecnología. Las pruebas están en el rinde que se obtiene en cada campaña. La agricultura vieja y extractiva de hace décadas producía 40 quintales de maíz por hectárea y hoy produce 120, generaba 20 quintales de trigo y hoy son 50. Cuando yo empecé, hace 40 años, un buen rendimiento de soja eran 2.000 kilos y hoy estamos por encima de los 5.000. Esto solo se logró gracias a la tecnología y el productor invierte mucho en tecnología porque tiene un mayor rendimiento.

Fortuna: ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene el campo en el país?

Yapur: El mayor desafío que tiene el campo hoy es la falta de financiación. Los productores empiezan su producción y recién la cobrarán a los 8 o 9 meses, mientras que los empresarios que les vendemos productos a ellos recién cobramos al año, porque producimos 2 o 3 meses antes y cobramos 2 o 3 meses después de que vendió. Lo que vemos es que los bancos se han retirado mucho y esto complica la producción. Esto también explica la retracción en las hectáreas de maíz, porque sale mucho más cara la inversión en una hectárea de maíz que de soja. Por supuesto también está el desafío impositivo, el de infraestructura y logística.

Fortuna: ¿Por qué cree que el Gobierno de Macri falló en hacer las reformas que había prometido hacer, entre las que se encuentran las que usted está reclamando?

Yapur: Se hizo mucho en este Gobierno, pero falta. Y parte de lo que falta son inversiones en infraestructura para ser el supermercado del mundo que queríamos ser. Para hacerlo hay que cambiar la matriz impositiva. Tenemos ingresos brutos sobre ingresos brutos que en muchos casos te sacan medio producto. Más del 50% son impuestos. La matriz impositiva se debe simplificar y sacar los ingresos brutos lo que haría es que ese dinero quede en el circuito y no en el Estado que lo único que siempre hace es ponerte la mano encima.

Fortuna: ¿Cuál es su postura y su lectura respecto de las retenciones?

Yapur: El campo por supuesto que estuvo muy en contra de ellas y hubo mucha felicidad cuando Macri las sacó. Sin embargo, en estas últimas retenciones el campo entendió que tenía que hacer un aporte extra. Si bien a nadie le gusta, porque nadie está contento cuando le meten la mano en el bolsillo, no hubo pelea con el gobierno por estas retenciones. Igualmente, no nos tenemos que olvidar que la soja sigue teniendo un 25% de retenciones.

Fortuna: ¿Cree que el próximo presidente tendría real interés en sacar las retenciones, que son fundamentales para la recaudación fiscal?

Yapur: Es parte del cambio en la matriz impositiva que debe haber, que tiene que ser más simple. Hay que apuntar a que se paguen ganancias. El que gana plata, que pague ganancias. Es muy simple. Hoy, la realidad es que de cada tres camiones de soja, uno es del Estado y lo que muchos no entienden es que hay veces que con el camión en el puerto no ganas plata e igual tenés que pagar retenciones. El año de la sequía también hubo que entregar la soja con retenciones y el productor no ganó plata. Y a esto le sumo la infraestructura y la logística. Creo que el gobierno hizo mucho, como la entrada al puerto de Rosario que la cambiaron y ahora también, hay un tren que viene con granos, pero falta mucho. Debe ser un proceso largo, y no se hace en tres o cuatro años.

Fortuna: ¿Qué piensa de la decisión que obliga a los exportadores a liquidar sus divisas en tiempo y forma?

Yapur: Me parece bien. Nunca me expliqué por qué el gobierno dejaba que aquellos que exportaban y podían hacerlo, no liquidaban sus exportaciones. La única explicación que alguna vez me dieron fue que esta medida se hizo cuando el dólar estaba quieto y que de esta manera evitaban que ingresaran más dólares para que el peso no se siguiera revaluando. Pero fue una medida que en marzo del año pasado, cuando vieron todo lo que se venía, deberían haberla cambiado.

Fortuna: ¿Qué importancia y significado le da usted a los dichos de Juan Grabois sobre la reforma agraria?

Yapur: Sus dichos demuestran un desconocimiento total de cómo funciona la agricultura, En muchos países se intentó y la gente terminó vendiendo los campos o alquilándolos porque o no pueden o no saben cómo manejarlos. La agricultura hoy es una línea de ensamble, como ya expliqué. No es tirar unas semillas y listo.