El presidente de la Nación, se refirió a la importancia de recuperar las Pymes, el pago de la deuda pública y la lucha contra el hambre.
El primer discurso, como presidente de la Nación, de Alberto Fernández tuvo a la problemática económica como uno de sus ejes principales. Entre ellos, se destacan la recuperación de las Pymes, el pago de la deuda pública y la lucha contra el hambre.
En ese sentido, Fernández remarcó que la lucha contra el hambre será uno de los temas centrales a tratar durante su gestión. Incluso, aseguró que: "La primera reunión de nuestro gobierno va a ser un encuentro de trabajo sobre el Plan Integral Argentina contra el hambre. Allí todo nuestro gabinete y las personalidades de la sociedad civil que se sumaron a nuestro llamado, comenzaremos la acción que ponga fin a este presente penoso. "
Además, el flamante Presidente, habló sobre la necesidad de recuperar las economías familiares y las Pymes, así como también las fábricas. Para ello, anunció la implementación de "créditos no bancarios que brinden préstamos a tasas bajas".
También, resaltó que “la cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales”. “Pondremos en marcha acciones que faciliten que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo”, aseguró. “Hoy el desempleo afecta a un 30% de los jóvenes. Y aún en tasas más altas a las mujeres jóvenes. Hay más de 1.200.000 jóvenes que no estudian ni trabajan. Debemos garantizar el derecho al primer empleo, a través de becas solventadas por el Estado para que jóvenes se capaciten y trabajen en empresas, pymes, organizaciones sociales y la economía popular y la agricultura familiar", agregó.
Por otro lado, se refirió a deuda pública que tiene el país y explicó que “no hay pago de deuda que se pueda sostener si el país no crece". De acuerdo con Fernández, "el país tiene voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo".
Por tal motivo, el mandatario reiteró su idea de diálogo y aclaró que: "Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y con nuestros acreedores. Resolver el problema de esta deuda insostenible no es una situación de ganar una disputa a nadie. El país tiene voluntad de pagar, pero carece de la capacidad de hacerlo".
Por último, comunicó su decisición de no darle tratamiento parlamentario al Presupuesto. "He decidido que no le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto nacional proyectado por el gobierno saliente para el ejercicio 2020. Sus números no reflejan ni la realidad de la macroeconmía, ni las realidades sociales, ni los compromisos de deuda asumidos. Un presupuesto adecuado sólo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de la deuda haya sido completada, y hayamos podido poner en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real", detalló.