En una carta dirigida a inversores, el presidente del Grupo IRSA analiza el escenario global y destaca como la opción más importante al oro.
El presidente de Irsa (el grupo propietario de los principales shoppings del país y de varias empresas, entre ellas el Banco Hipotecario y Cresud), Eduaro Elsztain, recomendó para esta época marcada por la crisis del coronavirus invertir en "metales preciosos", en especial "el oro".
En una carta dirigida a inversores argentinos y de Wall Street que tituló "Capítulo 3 (de la crisis más desafiante de nuestras vidas) hace un análisis de la situación de la economía en el mundo en un escenario de pandemia y da consejos sobre cuáles son los mejores instrumentos para invertir. Las otras dos partes de la carta son Capítulo 1: en el que desarrolla su visión sobre el tema salud y prevé que en 2021 se habría superado la crisis gracias al aislamiento social o que se podría contar con una vacuna. Y en el Capítulo 2: habla sobre el impacto económico de la crisis por el coronavirus por la cuarentena generalizada en distintos países que provocará, según el empresario, una fuerte caída del PBI global que podría llegar a niveles de la Depresión del 1929.
“El manual de supervivencia económica de la Argentina dice que, en este contexto de déficit fiscales épicos + el endeudamiento más alto de la historia + emisión monetaria a niveles nunca vistos + depresión económica, cualquier persona con ahorros grandes o pequeños, debería redireccionar una parte significativa de esa liquidez a la única moneda que no puede ser impresa: el oro”, dice la carta.
Elsztain indica que no es una sorpresa que los inversores empiecen a "pagar una prima alta por las monedas de oro" y explica que el precio del oro, a u$s 1.700 la onza "sólo expresa el punto de arranque de lo que podría ser la mayor suba del metal de la historia, en consonancia con el ritmo al que se está imprimiendo moneda sin respaldo”.
“Esta alternativa, hasta hace no mucho, era considerada sólo por un pequeño grupo de ‘fanáticos del oro’, pero cada vez más está creciendo como una corriente de pensamiento entre los bancos de Wall Street e inversores institucionales. Por esta razón, creo que debemos prepararnos para un nuevo paradigma en la economía mundial”, agrega.
“Cuando los países desarrollados necesitan financiar sus déficits, no dudan en imprimir cuanta moneda sea necesario para paliar esa urgencia de corto plazo, sobre todo si esa emisión no tiene efectos (por ejemplo, inflación) como es el caso hoy en esos países. Por eso, no tenemos dudas de que como resultado de la crisis, esas naciones mantendrán niveles récord de déficit fiscal, en tanto la FED y otros bancos centrales seguirán comprando bonos soberanos y corporativos, emitiendo moneda en cantidades jamás vistas en la historia de la humanidad”, indica Elsztain.
Además de definir de "catastrófica" la política fiscal y la actuación de las autoridades monetarias norteamericanas, el empresario destaca que “el mayor problema de este escenario es que, tras décadas de gran demanda por los Bonos del Tesoro de EEUU, el mundo (y en especial China) están poco dispuestos a financiar a Washington, y la FED es hoy el único comprador de esos instrumentos”.
Elsztain detalla que “en la historia argentina el dólar ha sido el refugio histórico de nuestros ahorristas, que buscan proteger sus activos de la devaluación del peso, moneda que perdió trece ceros desde su creación. Sin embargo, es notable ver cómo, en muchas ocasiones, cuanto más alto es el tipo de cambio, más demanda tiene la moneda americana. La lógica detrás de esa actitud es que en tiempos de crisis no hay precio para la divisa extranjera que sea lo suficientemente alto, dado que lo que importa es escapar del derrumbe de la propia moneda”.