Qué universidades argentinas son consideradas las mejores, según los estudiantes
Un relevamiento hecho entre aspirantes a ingresar a una carrera muestra cuáles son los aspectos que buscan los jóvenes al momento de elegir una casa de estudios. Qué lugares ocupan las públicas y las privadas.
En Argentina, los estudiantes ya no eligen una universidad solo por su prestigio académico, además buscan instituciones que ofrezcan innovación, flexibilidad y una sólida relación calidad-precio. Las casas de estudios, entendiendo que para atraer a esta nueva generación deben ir más allá de la enseñanza tradicional, comenzaron a renovar sus planes de estudio y a brindar nuevas tecnologías.
En ese sentido, el último relevamiento de percepción universitaria realizado por DatosClaros, reveló que el prestigio de la institución figura como cuarto driver de decisión, mencionado por un 22% de los encuestados. Lo primero que se fijan los jóvenes es la calidad académica (55%). Otros dos aspectos muy tenidos en cuenta son: la innovación (30%) y una buena relación precio-calidad (29%).
“En este sentido, el cuerpo docente es fundamental. Los docentes deben contar con una trayectoria académica sólida, con publicaciones en artículos y libros, lo que genera una correlación concreta con los indicadores de calidad educativa. Es importante también que el programa sea aplicable y se adapte a las necesidades actuales, motivo por el cual las nuevas carreras son muy valoradas. La excelencia educativa depende en gran medida de la trayectoria de los docentes”, sostiene Natalia Gitelman, directora general de DatosClaros
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Las universidades privadas se adaptan a las demandas de los estudiantes
A nivel nacional, las universidades públicas, encabezadas por la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el AMBA y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en el interior, son las mejor evaluadas por los futuros estudiantes. Con 8,85 puntos, la UBA lidera el ranking en el área metropolitana, mientras que la UNC ocupa el primer lugar en el interior con 8,03 puntos.
Sin embargo, el relevamiento muestra una muy buena consideración de las privadas por parte de los encuestados. Por ejemplo, en el top 3 de universidades mejor consideradas en el AMBA, el segundo y tercer puesto están ocupados por privadas (UADE y Universidad Siglo 21), mientras que en el interior también se repite la presencia de Universidad Siglo 21 entre las tres mejores.
Cuando se le pidió a los encuestados que evaluaran del 1 al 10 a un grupo de universidades, los resultados entre aquellos que residían en el AMBA fueron los siguientes:
1) UBA (8,85 puntos)
2) UADE (8,11 puntos)
3) Universidad Siglo 21 (7,68 puntos)
4) San Andrés (7,61 puntos)
5) UAI (7,60 puntos)
6) UCES (7,53 puntos)
7) UP (7,39 puntos)
8) Universidad Kennedy (7,39 puntos)
9) Universidad Blas Pascal (7,08 puntos) y UCASAL (7,08 puntos)
10) Universidad Fasta (6,70 puntos)
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Mientras que entre los encuestados del interior del país, los resultados fueron:
1) UNC (8,03 puntos)
2) UBA (7,99 puntos)
3) Universidad Siglo 21 (7,70 puntos)
4) Universidad Católica de Córdoba (7,41 puntos)
5) Universidad Kennedy (7,35 puntos)
6) Universidad Blas Pascal (7,32 puntos)
7) UCASAL (7,24 puntos) y UADE (7,24 puntos)
8) UAI (7,23 puntos) y Universidad Fasta (7,23 puntos)
9) UCES (7,21 puntos)
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Esto da cuenta de cómo las universidades privadas se adaptan cada vez mejor a las exigencias de los estudiantes. “El tema de la formación volvió a estar en agenda. En ese sentido, las universidades nacionales son defendidas o son valoradas por las personas. Pero las universidades privadas también tienen bastante para decir, y tienen muy buenos niveles en algunos casos. Tienen formas de poder llegar a las personas y son consideradas en su driver de decisión para poder estudiar una carrera”, analiza Gitelman.
Frente a este cambio en las prioridades estudiantiles, las universidades en Argentina se encuentran ante el desafío de evolucionar para mantenerse relevantes y competitivas. Con una oferta académica que responda a estas nuevas expectativas, las universidades pueden no solo captar más estudiantes, sino también asegurar que su educación impacte de forma significativa en sus vidas y carreras.
RM