“Apostar al transporte”: Una propuesta ideal para multiplicar los dólares con una rentabilidad del 15% anual. Detalles de un negocio que marca tendencia.
Estados Unidos conforma una de las principales economías del mundo y su mercado interno y externo demanda un alto grado logístico con carácter “just-in-time”. El enorme volumen de operaciones provenientes de Europa y Asia tiene colapsados los principales centros de carga de Miami, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco porque existe una carencia de transporte terrestre.
En este sentido, la oferta estadounidense no es suficiente. El traslado de carga pesada es parte fundamental del ecosistema logístico para el abastecimiento del mercado permitiendo la distribución de la producción local, las importaciones y las exportaciones.
En un contexto en donde falta un recurso fundamental para completar la cadena comercial, diferentes compañías se suman a incursionar en este nicho que necesita la economía mundial, el transporte terrestre.
La demanda se viene sintiendo muy fuerte en la última década. Año tras año el mercado registra un aumento en las operaciones y las empresas no logran cubrir la demanda actual ni futura, lo cual representa grandes posibilidades de negocios.
Así es como en Argentina, se empiezan a consolidar grupos de inversores encabezados por empresas que conocen el terreno y se especializan en este mercado.
La oportunidad que se impone como tendencia consiste en conformar una flota de camiones de carga para uso logístico con base en tres nodos estratégicos de comercio mundial: Miami, Nueva York y Los Ángeles. Estas ciudades corresponden a los tres epicentros de comercio mundial sobre las costas este y oeste, que atienden a la gran actividad producto de las importaciones y exportaciones participando activamente en el transporte desde y hacia estos puntos de carga.
Para el inversor, resulta una posibilidad segura y rentable, porque ni en el escenario actual ni en el futuro existe una oferta que pueda satisfacer el intercambio.
Los interesados en participar de un proyecto común de inversión de este tipo, pueden asociarse con un monto de ingreso de USD 100.000, obteniendo una rentabilidad del 15% anual, acumulando una capitalización total del 60% en 4 años. La rentabilidad es en dólares con reparto semestral de dividendos. Por lo general, el escenario real supera la rentabilidad propuesta, pero es preferible ser conservadores en los valores expuestos. El análisis es sencillo, las ganancias se desprenden de la cantidad de millas recorridas. Milla recorrida, milla cobrada. De allí, se desglosan los costos y se obtienen los números finales.
En cuanto a los riegos, deben contemplarse los más comunes, como los posibles desperfectos mecánicos, pero que siempre se encuentran contemplados en el Cash Flow. Con respecto a accidentes, eventualidades relacionadas a la carga transportada y otros factores de esta índole, son cubiertos por los respectivos seguros contratados para la unidad tractora y el tráiler. Cualquier otra responsabilidad adicional que pudiese desprenderse de la operación, se encuentra ligada a la empresa administradora, protegiendo tanto al bien como a sus propietarios.
Hoy en día, pertenecer a una flota asegura que los accionistas continúen percibiendo ingresos bajo cualquier circunstancia dentro de una estructura que aísla el patrimonio de su administración. Por este motivo, compañías empiezan a delinear una estrategia de negocios para abastecer esta necesidad actual del comercio y se visualiza una tendencia en inversiones logísticas.
Empresas proponen formar parte de un negocio rentable, con inversiones no muy elevadas y que garantizan buenos resultados dada la creciente demanda que por el momento, no encuentra un techo que le impida crecer.
(*) Daniel Palunsky es Socio de Southern Capitals
