La tradicional confitería de la avenida Corrientes al 1400 no puede sostenerse por la baja en la cantidad de clientes y por deudas.
Por la baja en el consumo y por problemas de deudas, la clásica confitería La Giralda, ubicada en la avenida Corrientes al 1400 y uno de los íconos de los bares inaugurada en 1930, tiene cartel de venta. A esto se suma las obras para hacer peatonal la avenida, que interpone vallas en la vereda que hicieron que disminuyera la cantidad de clientes.
Antes, esta confitería era un lugar de cita obligada de la bohemia porteña, pero hoy sus principales clientes son abogados y trabajadores de los Tribunales. Además, por la crisis que atraviesa, ya dejaron de trabajar cuatro mozos y quedan sólo dos.
Si bien los rumores que corrieron todo el día, el dueño del local, Marcelo Nodrid, negó que fuera a cerrar el local, pero que sí tenía intenciones de venderlo.
La crisis de este clásico bar en la avenida Corrientes, se suma a otros casos de bares y confiterías que tuvieron que mudarse o cerrar las puertas, como por ejemplo, Politeama, Pernambuco, El Nacional, Lion D´Or, La Martona, entre otros.
Nordrid ya está negociando para vender el fondo de comercio y espera que en dos semanas se cierre la transacción.
La Giralda siempre se especializó en chocolate con churros y, si bien fue inaugurada en 1930, la familia Nodrid la adquirió en 1952.
