De Vido - Boudou: las internas que destapó el espía

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Redacción Fortuna

La detención de Larosa dejó al descubierto una puja entre Economía y Planificación. Por qué De Vido lo defendió. Habla Leopoldo Markus, el funcionario sumariado por dejar entrar al topo.

Por Diego Landi

Desde el inicio adquirió ribetes de una película de espionaje en tono de sátira. Pero con el pasar de los días, la situación agregó otros ingredientes que extienden las incógnitas y develan una realidad que va más allá de lo estrictamente denunciado. El ingreso del supuesto “topo” Roberto Larosa al despacho 411 del ministerio de Economía para “robar información” -y todo lo que se derivó a partir de ese momento- se sumó con fuerza a los cruces y rispideces que suelen gestarse en las altas esferas del poder político K.

Roberto Larosa fue detenido la noche del 16 de abril y enviado incomunicado al penal de máxima seguridad de Marcos Paz. En plena conferencia de prensa, mientras se difundían las imágenes de la intromisión, captadas por las cámaras de seguridad de la cartera de Hacienda, el ministro de Economía, Amado Boudou, cargaba las tintas sobre el que fuera colaborador ad honorem del diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano y asesor rentado del senador fueguino por el ARI, José Martínez. Pero, mientras tanto, en otra dependencia oficial de tanto o más poder se empezaban a incomodar.

Al mismo tiempo que Larosa permanecía detenido y oficialmente se seguía sosteniendo la teoría del robo de información y de la ilegal visita del “Topo”, como se lo empezó a apodar, se prendieron algunas luces de alerta en el ministerio de Planificación, liderado por Julio De Vido. No era para menos. Es que Larosa, un experto en cuestiones presupuestarias y cuentas públicas, prestó servicios entre julio de 2007 y enero de 2008 para un proyecto denominado “Esquema de Inversión y Financiamiento para Obras de Infraestructura”, bajo la órbita del superministro K.

Esa fue una razón de peso para que a uno de los funcionarios más antiguos de la gestión kirchnerista no le quedara otra que salir a reconocerlo y, de una forma discreta y precavida, despojar del fuerte halo delictivo que, desde Economía, le endilgaron con acento a Larosa. Y, de paso, dejar sin respaldo a Boudou en la supuesta investigación. Fue el útimo capítulo, al menos público.

Es que el reconocimiento de De Vido fue, para los mejores entendedores de los entuertos kirchneristas y más atentos seguidores del “affaire del espía” no sólo una puesta de paños fríos a la situación sino un embate directo a la cartera de Boudou.

“Lozano tuvo un enfrentamiento con Boudou ventilando algunas situaciones que lo han puesto de punta con el Gobierno. Una forma de alcanzarlo a él era a través de Larosa. Pero lo que sucede es que ellos nunca supieron que Larosa también trabajaba en el Ministerio de De Vido”, analiza una fuente calificada en estricto off the record. Susceptibles por las reiteradas peleas palaciegas que se suelen gestar entre ambas carteras, en Planificación percibieron que la sobreactuada detención del “Topo” era, al mismo tiempo, o un tiro por elevación o una desinteligencia imperdonable por las derivaciones que podría causar.

LEOPOLDO MARKUS: “ME JUBILAN POR CUESTIONES POLÍTICAS”

Trabaja en el ministerio de Economía desde hace 21 años pero por estos días dejará de ocupar la oficina 806 de la Dirección Nacional de Programación Económica Regional que depende de la Secretaría de Política Económica.

Leopoldo Markus, que recibió a FORTUNA en su pequeño departamente de Floresta, es especialista en economía minera y de la energía, pero pasó ultimamente a ser más nombrado por ser quien le dio la autorización a Roberto Larosa para que ingresara al ministerio de Economía el viernes 16 de abril. Luego de ese suceso se le inició un sumario administrativo y lo citaron a declarar.

Markus es un activo militante de la izquierda nacionalista. En 2004 fundó el Partido Socialista de la Izquierda Nacional, que entre sus consignas promueve el no reconocimiento y pago de la “ilegítima y fraudulenta deuda externa”, el “reequipamiento presupuestario y actualización de las FF.AA” y califica al canje recientemente reabierto como “otro vergonzoso capítulo del sometimiento kirchnerista a la usura imperialista”. Teniendo en cuenta las diferentes políticas económicas con las que tuvo y tiene que convivir –y la desconfianza ante filtraciones de información- no resulta descabellado que los actuales funcionarios los consideren una rara avis.

“Me voy con un sabor amargo. No tengo nada que ocultar”, se defiende Markus, quien acusa que le adelantan la jubilación “por razones políticas”. Tiene una buena opinión de Larosa, cree “que le hicieron una cama” y que cuando pueda hablará con él para expresarle “su solidaridad”. Y señala que en el Ministerio “cambiaron dos o tres veces la carátula del sumario administrativo. En un primer momento estuve como testigo y después como indagado”. Cuando se aleje de Economía se abocará a la tarea docente: “Actualmente dicto estadísticas y probabilidades en terciarios no universitarios”. “Y seguiré militando”, agrega.

SUMARIO Y CRUCES

“Ese viernes recibí en mi despacho al licenciado Larosa, de quien soy amigo hace 20 años. El fue funcionario del Ministerio y llegó a director nacional. En ningún momento nadie puede decir que es un desconocido”, cuenta Leopoldo Markus (ver recuadro), quien además de empleado por más de 21 años se describe como activo militante de izquierda y especialista en temas de energía y minería.

Markus dice que luego de la detención no pudo hablar con Larosa y reconoce que “periódicamente pasaba por el Ministerio”. “Lo describiría como un hombre sereno, un muy buen profesional, uno de los que más sabe sobre el tema fiscal. Por eso tenía demanda. No es una casualidad. Y no me parece que sea un delincuente. Creo que es un hombre de bien”, sostiene Markus, quien también menciona el paso que tuvo su amigo por la cartera de De Vido.

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28/5/2010

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