La impresión de billetes más altos divide al Gobierno

Una nueva fricción podría generarse entre el sciolismo y el kirchnerismo por la creación de billetes de mayor denominación. Qué dijo Gustavo Marangoni, Presidente del Banco Provincia De Buenos Aires.

Redacción Fortuna

“La emisión de billetes de $ 200 y $ 500 se hace cada vez más necesaria”, la frase es de Gustavo Marangoni, titular del Banco Provincia. Para el funcionario sciolista, éste paso facilitaría la actividad bancaria y las transacciones cotidianas.

“Mi experiencia me permite hacer una reflexión a título personal, para señalar un obstáculo que se presenta en este positivo camino que venimos logrando en pos de modernizar la infraestructura tecnológica de los bancos. El mismo es la falta de billetes de mayor denominación por sobre los actuales $100”, dijo Marangoni en un artículo publicado esta mañana por el diario Clarín. “Sin ningún prejuicio ni falsas controversias, es a todas luces pequeño (y por ende incómodo) el billete de $ 100 para resolver las transacciones habituales. Desde un changuito con alimentos en el supermercado, una salida recreativa, llenar el tanque de combustible o contar con el efectivo mínimo en el bolsillo para nuestra rutina diaria laboral. Es una lástima que toda la inversión que los bancos realizamos para modernizar nuestra infraestructura (fundamentalmente a través de nuevos y mejores cajeros automáticos) no luzca todo lo que debería ya que aparecen cuellos de botella que aumentan los costos y los trastornos para los clientes por no contar con billetes más grandes”, disparó el funcionario.

Para Marangoni, la implementación de nuevos billetes facilitaría que los bancos “a mover un menor volumen físico de billetes facilitando, con una menor carga operativa, las tareas de recuento en los tesoros, en las líneas de caja y lo más importante un menor desgaste y costos de recarga de los cajeros automáticos”.

“Se incurre en mayores costos innecesarios en recursos humanos que desvían la atención de tareas más productivas, aumentan los costos de transporte para mover efectivo, falta espacio físico para atesorar el numerario y aumentan los riesgos. Particularmente en el servicios de cajeros para tratar de garantizar la dispensa continua de billetes hay que hacer recargas extras, aumentar las guardias activas, incurrir en mayores costos por desgastes”, finalizó.

En la Argentina, 9 de cada 10 billetes almacenados son de $100. Eso hace que la gente deba manejarse con grandes volúmenes o retirar dinero varias veces. Así, con la impresión de billetes de mayor denominación no sólo se resolverían los problemas antes mencionados, sino que también se reduciría el gasto vinculado con la emisión.

Sucede que imprimir billetes también tiene sus costos. Mientras que en 2006 se gastaban $ 126 millones en emisión; en 2012 ese costo aumentó a los $ 881 millones. El año pasado, fueron $ 1002 millones los destinados a la impresión.

Desde la consultora Abeceb.com afirman que si bien hoy con $ 100 se puede comprar lo equivalente a unos $ 25 del año 2007, “imprimir billetes de mayor denominación implicaría aceptar la inflación, y esto tendría un impacto en las expectativas”. Además de que “significaría reconocer que hay un deterioro del poder adquisitivo de la moneda”.

Durante este último tiempo, en el Congreso se presentaron varios proyectos de ley que proponen que el Banco Central emita billetes de mayor denominación para facilitar transacciones monetarias en efectivo. Todos fueron rechazados por el Gobierno nacional. En primer lugar porque implicaría reconocer el crecimiento de la inflación, pero también porque la impresión de billetes, compartida con la ex imprenta Ciccone, resulta ser un gran negocio, de acuerdo a la oposición.

Uno de los primeros proyectos presentados corresponde al ex presidente del Banco Central y dirigente de UNEN, Alfonso Prat-Gay. El ex diputado recordó que desde hace 22 años el billete de $ 100 es el de mayor denominación en el país, pese a la inflación acumulada en estos 20 años.

El diputado Alfredo Durand Cornejo (Conservador- Salta) propuso que los billetes de mayor denominación sean de $ 500 y de $ 1000 y la senadora Graciela Di Perna (Trabajo y Dignidad-Chubut) presentó un proyecto en una línea similar a la de Prat-Gay, mientras que los diputados Ivana Bianchi (Compromiso Federal) y Roy Cortina (Partido Socialista) proponen la circulación de monedas de baja denominación ($ 5 y de $ 10.

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