Con adjudicaciones directas y convenios reservados, se firmaron proyectos para los próximos 4 años. Críticas en las provincias. El costo.
Más allá de la anécdota del “aloz” y el “petlóleo”, el paso de la Presidenta por China profundizó el vínculo del Gobierno con el gigante asiático al punto que acordó más de una decena de nuevas obras y proyectos de inversión que, además de asegurar ingresos de divisas este año, en buena medida generan compromisos que le caerán a la próxima administración.
Entre los acuerdos que firmó Cristina Kirchner, el ministro de Economía, Axel Kicillof, consiguió financiamiento del Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Cexim) por US$ 1.600 millones para los próximos 12 meses y US$ 867 millones para los tres años posteriores, con obras y costos por resolver al menos hasta 2018.
Este es sólo uno de los 22 convenios que se firmaron esta semana en Beijing y que en el global sumaron US$ 20 mil millones, pero que contemplan en buena medida una parte de lo que se había firmado en julio de este año durante la visita del presidente chino, Xi Jinping. En esa oportunidad, ya se habían anunciando algunos de estos mismos acuerdos, como el financiamiento para Atucha III y las represas del Sur.
El “mecanismo de cooperación” que firmó Kicillof incluye US$ 530 millones para la interconexión eléctrica entre Mendoza y Buenos Aires, la represa hidroeléctica El Tambolar en San Juan, con un costo de US$ 400 millones, y el proyecto de Portezuelo del Viento, también una hidroeléctrica en Mendoza, por US$ 650 millones.
Esas obras, marcadas como prioritarias y presentadas en el plan para 2015, están bajo la órbita del Ministerio de Planificación.
En el caso de las represas de San Juan y Mendoza, los proyectos fueron denunciados por diputados opositores provinciales y entes bipartitos porque no se licitaron las obras.
En el caso de El Tambolar, en San Juan, no fue a licitación y terminó siendo una adjudicación directa. La primera parte de la obra, por un monto menor de $ 60 millones, se adjudicó a un consorcio formado por Techint mientras que la segunda parte, por US$ 400 millones, es la que tendrá financiamiento chino.
En Mendoza, el dique El Portezuelo del Viento tampoco fue a licitación. El secretario de Recursos Hídricos de La Pampa señaló a los medios locales que con la adjuficación directa “no se respeta el tratado del Río Colorado” a través del que La Pampa debería aprobar la ejecución de las obras. El salto está vinculado, según sostuvo, a la disponibilidad de financiamiento.
Varias de estas obras fueron incluidas en el Presupuesto 2015 para que se aprobaran la contrataciones, por lo que el Gobierno ya consiguió aprobación del Parlamento nacional. Además, la confirmación de la concesión directa en Mendoza se conoce en medio de rumores de que una empresa china estaría detrás del proyecto minero de potasio que abandonó la brasileña Vale.
Vaca Muerta. El cuarto de los proyectos “prioritarios” con financiamiento del Cexim Bank es la distribución y provisión de electricidad en la localidad de Añelo, en Neuquén, una población de 2.500 personas que espera una “explosión” demográfica por la explotación de Vaca Muerta, al servir de base para las obras y los trabajadores del yacimiento de shale gas con el que el Gobierno busca la independencia energética.
En el segundo grupo de obras que financiará el banco chino, Añelo completa todas las obras de infraestructura básica. A partir de 2016, China desembolsará US$ 65 millones para la red de aguas y desagües de la ciudad, junto con otros US$ 17,6 millones para mejorar los caminos urbanos y calles, así como el sistema de transporte. Con otros US$ 24,7 millones, China financiará la extensión del sistema de cloacas en la ciudad de Neuquén, lo que “beneficiará a 150 mil habitantes”, según sostiene el acuerdo firmado por Kicillof y Sung Ping, vicepresidente del Cexim Bank.
De China, con amor. Argentina firmó, además, el proyecto eólico de El Angelito, en Chubut. Desde Beijing, un representante de la firma Sinowind, a cargo de la obra por US$ 440 millones, consideró que la visita de Cristina fue “muy cálida”. Fue “de China, con amor”, según aseguró Norm Swanson, vocero de Lynn Tian, quien firmó los acuerdos con el titular de Planificación, Julio De Vido, y que gestionará el financiamiento con bancos chinos.
De Vido acordó la construcción del reactor de agua presurizada (Atucha III) que finalmente usará la tecnología china ACP 1000, que la Organización Internacional de Energía Atómica aprobó –en cuando a seguridad– en diciembre del año pasado. Con un costo inicial de US$ 2 mil millones y el financiamiento de Xi Jinping, quedó fuera de carrera la opción rusa. En medio de las críticas de industriales y gremios a los acuerdos, el convenio señala que “deberá asegurarse el máximo contenido local de bienes y servicios” pero no determina si hay un porcentaje mínimo de participación nacional. El Cexim Bank también financiará la Central Termoeléctrica Manuel Belgrano por el 85% del contrato comercial por 13 años –con un período de tres años para los desembolsos– a una tasa anual de 3,36% en dólares, aunque el plan financiero se empezará a analizar en mayo de este año.
Mientras que ante un diferendo los acuerdos sostienen que se resolverán “amistosamente entre las partes”, China financia pero con una cobertura alta, según fuentes del sistema financiero. El seguro corre por cuenta de Sinosure, vinculada al Cexim Bank, y protege el 95% con una prima del 7,1% y el 30% debe pagarse con la llegada del primer desembolso.
Por Patricia Valli
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
