Quien suceda a Cristina Kirchner desde diciembre próximo, enfrentará un mundo poco amigable que se hará sentir en la variable más sensible: el empleo.
Quien suceda a Cristina Kirchner desde diciembre próximo, enfrentará un mundo poco amigable que se hará sentir en la variable más sensible: el empleo. Según un informe desagregado de previsiones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Argentina tendrá un desempleo superior al 9% y costará hacerlo bajar.
En su informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo”, señala que la desocupación habría cerrado en 8,2% el año pasado y para 2015 oscilaría entre el 9 y 9,5%. Por su parte, el Indec todavía no concluyó su medición, pero según los últimos datos disponibles, entre el tercer trimestre del 2013 y el mismo período del 2014, el instituto oficial también admitió una tendencia ascendente: el desempleo pasó del 6,8% al 7,5%.
De acuerdo con el análisis, la desocupación afectaría en 2016 al 9,7% de los trabajadores activos; en 2017, al 9,6%; en 2018, al 9,5%, un valor que se acomodará en 9,4% en 2019. De esta manera, se ubicaría muy próximo a la barrera simbólica de los dos dígitos. Los equipos económicos que vengan deberán tomar nota: la última vez que el desempleo superó el 9% –según datos del Indec– fue en el tercer trimestre del 2009, año en el que sintió con fuerza en el país la denominada Gran Recesión.
Consultado por PERFIL, el jefe de Macroeconomía, Ekkehard Ernst, responsable del informe, explicó cómo ha estimado la evolución del desempleo en la Argentina: “Los números históricos –hasta el 2013– se corresponden con los datos elaborados por los institutos oficiales –en este caso, el Indec–, pero las proyecciones para el próximo lustro se derivan de la última previsión del PBI calculado por el Fondo Monetario Internacional”. Según el FMI, la Argentina continuará en recesión: mientras su economía se contrajo 0,4% el año pasado, en 2015 caería 1,3%.
Por su parte, América Latina y el Caribe crecerían al 1,3%. Sin embargo, la leve recuperación de Brasil, principal socio comercial del país en el Mercosur, no sería suficiente para empujar la economía local. Para el jefe de Macroeconomía de la OIT, la actividad económica argentina se desaceleraría por “uno o dos años” y, por eso, el desempleo continuaría aumentando.
En la región. En Brasil y Venezuela, el desempleo subiría: en la potencia emergente, integrante de los Brics, treparía de 6,8% en 2014 a 7,5% en 2019; en el enclave petrolero, del 8,6% al 10,8% en el mismo período. En cambio, en México y Colombia, bajaría: en la nación caribeña, descendería del 4,9% en 2014 al 3,9% en 2019; y en el país cafetero, del 10,1% al 9,5% en el próximo lustro. A finales del año pasado, el director general de la OIT, Guy Ryder, explicó que por cada medio punto de contracción económica se generan cien mil puestos de trabajo menos en la región.
“Es mentira el 7%”. “Es mentira que el desempleo en la Argentina es del 7%, es una falaz mentira del Indec. Estoy seguro de que el desempleo en Argentina es superior al 10%”, subrayó ayer en declaraciones radiales el presidente del Banco Ciudad y dirigente del PRO, Rogelio Frigerio, al referirse a la situación económica actual.
Según Frigerio, los altos niveles de inflación condicionan la inversión y retraen más la producción. “Es un problema muy serio para la gente, para el nivel de actividad porque con estos niveles de inflación nadie invierte un peso, y retrasa cada vez más el tipo de cambio, la competitividad de precio de la Argentina”, abundó el economista que integra los equipos del precandidato presidencial Mauricio Macri.
Sobre el vínculo con China, aventuró: “Creo que es muy riesgoso kirchnerizar esa relación porque la sociedad no puede percibir que ese vínculo tan trascendente para la Argentina se maneje de esta manera. Ese vínculo, bien manejado, tiene un potencial enorme para nosotros. Pero, como todo lo que hace este Gobierno, lo bastardea”.
