El ministro de Energía pidió que se revise el proceso para que verifique si él tuvo participación y eventualmente favoreció a la empresa en la que fue CEO. Por qué no quiere vender las acciones que tiene en esa empresa.
El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, ex CEO y aún accionista de Shell, pidió que auditen las siete licitaciones que la empresa multinacional ganó y de este modo desmentir posibles favoritismos o conflicto de intereses desde su cartera hacia sus ex empleadores.
El pedido surge a raíz de la revelación de Nicolás Gandini el domingo pasado en PERFIL, donde se dejaba constancia de que Shell se había quedado con siete de ocho licitaciones para importar barcos con gasoil, en el trascurso de una semana.
En una nota remitida al auditor interno del Ministerio, Víctor Palacios, Aranguren escribe: “Le solicito tenga a bien, con carácter de urgente, auditar el proceso licitatorio seguido por CAMMESA para abastecerse de gasoil y verifique si ha existido algún tipo de participación, directa o indirecta, del que suscribe; remitiendo copia de dichas actuaciones a la Sec. de Ética Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Lic. Laura Alonso”.
Aranguren recuerda en la nota que fue CEO de Shell hasta el 30 de junio de 2015, y reconoce que aún retiene “un número de acciones del Royal Dutch Shell ltd recibidas durante el curso de mi vínculo laboral con dicho grupo”, pero enfatiza: “Mi actuación como funcionario público a partir del 10 de diciembre de 2015 se debe enmarcar en lo establecido en la Ley 25.188 de ética en el ejercicio de la función pública”.
Según la declaración jurada presentada hace unas semanas, Aranguren tenía a 2014 unos $13 millones en acciones de Royal Dutch Shell, propietaria de la filial local de la petrolera, y también de Shell Westernern, subsidiaria comercializadora que se adjudicó por haber ofrecido el menor precio que sus competidores, la importación de barcos con gasoil para abastecer el mercado doméstico en el invierno.
Los asesores legales del ministro, de hecho, aseguran que según los artículos 13 y 15 de esa norma no está obligado a desprenderse de esas acciones en una compañía del área justamente en la que desempeña como funcionario público y que, como en estos casos señalados en PERFIL, participa de licitaciones realizadas por órganos públicos o empresas mixtas como Cammesa, que coordina el mercado eléctrico. “Se excusa de firmar cuestiones vinculadas con la petrolera”, dicen en su entorno.
Aranguren, que construyó su reputación a base de denunciar los manejos del kirchnerismo en el área, y en este caso asegura que no sabía de las licitaciones ganadas por la firma holandesa: “Por requerimientos periodísticos canalizados a través del vocero de prensa del Ministerio tomé conocimiento el sábado pasado que CAMMESA habría adjudicado siete cargamentos de gasoil, de ocho licitados, a una subsidiaria del grupo de empresas Shell”, asegura en el texto enviado con copia también a Ignacio Rial, síndico general de la Nación, y al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
