Por Ariel Bogdanov | Según explican en la Cámara Gastronómica la merma comenzó en el segundo semestre del 2015. La tendencia se acentuó este año.
Los restaurantes cordobeses atraviesan un momento complicado. Los costos inflacionarios, sumados a la presión impositiva y un consumo mucho más cuidado resultaron un combo difícil de soportar para varios restaurantes en Córdoba.
Según un informe de la Cámara Gastronómica de Córdoba se estima que las ventas en restaurantes y hoteles cayeron casi un 30 por ciento respecto al año anterior. Como consecuencia de esta caída en las ventas algunos locales "decidieron cerrar sus puertas y otros decidieron acortar personal", según explicó a Perfil, Gabino Escribano, secretario de la Cámara.
“La gente consume menos y eso se ve en la rentabilidad de los negocios. Esta retracción comenzó en el segundo semestre del 2015, algo que nos sorprendió porque en los años electorales suele haber plata en la calle y teníamos muchas expectativas. Esa tendencia negativa se acentuó a lo largo de este año, se profundizó la caída en las ventas y a muchos gastronómicos les costó mantener sus locales.” detalló Escribano. “Por esta situación varios locales debieron achicar sus planteles y las horas extras que los mozos hacían los fin de semana. También lo sintieron los mozos contratados por trabajo temporal, fiestas o eventos, eso prácticamente desapareció” agregó.
Según Escribano cambió la forma de consumir de la gente. “El que salía todas las semanas, ahora lo hace cada 15 días y se cuida mucho en el gasto. No se dejó tanto de salir, sino que se mide mucho el presupuesto para salidas. Los que más sintieron el impacto fueron los restaurantes que apuntan a la clase media. Los que venden pizza y empanadas por ejemplo mantienen sus ventas, los que apuntan a un público muy exclusivo también, pero los que se dirigen a la clase media están complicados” completó Escribano que se mostró esperanzado de que la situación repunte en los próximos dos meses con los tradicionales brindis de fin de año.