Para los especialistas, no llegar a un acuerdo con los acreedores podría provocar una mayor inflación y caída del consumo y las inversiones.
El miércoles pasado, la provincia de Buenos Aires no consiguió alcanzarel umbral de 75% de acuerdo de sus acreedores que necesitaba para poder postergar hasta mayo el pago de la deuda deu$s250 millones que venció este 26 de enero. Por este motivo, Kicillof decidió extender hasta el próximo 31 de enero la consulta al mercado y confiar que la decisión se revierta y así poder evitar el default.
En ese sentido,los economistas Aldo Abram y Gabriel Rubinstein fueron consultados por Fortuna sobre las consecuencias que tendría para la economía real una nueva negativa de los acreedores. Ambos entrevistados estuvieron de acuerdo en que la posibilidad de un default a nivel provincial complicaría muchola situación económica del territorio que gobierna Kicillof y de la Nación.
En primer lugar, los especialistas señalaron que, si Buenos Aires entrara en default, generaría mayorincertidumbreal momento de reestructurar la deuda a nivel nacional. Para Rubinstein, esta situación traería aparejada “más miedo por parte de los empresarios y de los consumidores. En otras palabras, una mayor recesión, o por lo menos, una menor recuperación económica del país”.
En tanto, Abram opinó que: “además de una caída en las inversiones y en el consumo, podría haber una caída de los depósitos en pesos en los bancos”. “La gente tomaría los ahorros y los transformaría en dólares y eso le haría peor a la economía”, agregó.
Por otro lado,los dos entrevistados hicieron hincapié en la posibilidad de un mayor crecimiento del riesgo país y de la inflación. De hecho, Abram explicó que, “la suba del riesgo país hace que la demanda del peso baje y se deprecie. De esta forma, el dólar paralelo sufrirá una rápida alza de su valor que con el tiempo se trasladará a los precios de bienes y servicios”.
En cuanto a las Pymes, los economistas,opinaronque, en caso de caer en default, sería muy complicado poder acceder a créditos o financiamientos. Asimismo, Rubinstein remarcó que lo mismo le pasaría a la Provincia y al país. “El default es una mancha que le va a quedar para toda a la vida a la provincia y que será muy difícil de revertir”, aseguró.
