9 tendencias que definen el futuro de los pagos

Pagos sin fronteras, mayor acceso al crédito para los desbancarizados y el aumento exponencial de las opciones de pago son apenas tres de las tendencias que definen la economía que viene, que será más tecnológica y práctica, pero también más responsable.

Redacción Fortuna

La forma en que se compra, se vende y se interactúa está cambiando. Un claro ejemplo es lo que sucede con el dinero y cómo se redefinió su uso a partir de la irrupción de los activos no tradicionales. Lo mismo ocurre con los productos, donde queda evidenciado que el consumo con propósito incide en el diseño de los mismos y en el valor de una empresa.

En ese sentido, un estudio elaborado por Mastercard identificó nueve tendencias que definen el futuro de los pagos. A continuación, la lista completa:

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Tokenización: la noción de dinero continúa evolucionando para comprender más activos tokenizables, incluidos los puntos fidelidad, datos, derechos y nuevas monedas. Extender esta tecnología a activos reales transformará, en los próximos cinco años, la idea de valor y lo que usamos para pagar.

Pagos programables: la Inteligencia Artificial, los contratos inteligentes, las APIs y otras soluciones confluirán para simplificar los pagos comerciales. Las nuevas maneras de programar flujos de pago inyectarán eficiencia en nuestra economía, lo que redundará en la reducción de costos operacionales. 

Billeteras ubicuas: la próxima generación de billeteras digitales nos permitirá administrar nuestra identidad y nuestras finanzas, incluidos los valores tokenizados. La súper-billetera del futuro se volverá la central de comando de nuestra vida diaria, permitiéndonos acceder a servicios y pagos en cualquier canal. 

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Finanzas conectadas: así como la venta omnicanal transformó la forma en que compramos, las nuevas tecnologías amplían las maneras de pagar en tiendas, estadios, estaciones, metaverso, etc. La capacidad instantánea de acceder a servicios financieros a escala permitirá a los consumidores realizar operaciones bancarias y pagar desde cualquier lugar y a través de cualquier canal.

Pagos sin fronteras: se espera que las redes de pagos terminen por romper las barreras físicas y digitales que impiden el intercambio de bienes, servicios y datos a través de distintos mercados. Para finales de esta década, la interoperibilidad de los pagos transfronterizos será un hecho.

Aceptación liberada: el check-out en el punto de venta (POS) está en plena transformación gracias a las nuevas tecnologías que multiplican las opciones de pago. Se espera que, en los próximos dos años, se incrementen aún más las opciones de aceptación, lo que beneficiará a comerciantes y clientes en velocidad y practicidad, pero también impactará en la inclusión financiera, permitiendo que más personas resuelvan cuestiones prácticas como el transporte público o el acceso a espectáculos y estadios.

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Crédito inclusivo: en el corto plazo, se observará una aceleración del acceso al crédito para los desbancarizados a través de bancos, fintechs y otros actores digitales, lo que impulsará el crecimiento económico global.

Consumo consciente: los consumidores se inclinarán por aquellas compañías que estén alineadas con sus principios éticos, sociales y medioambientales. Peferirán a aquellas  empresas locales que cumplan con los criterios ESG o Emisiones Cero. 

Confianza integrada: debido al aumento del fraude y el robo de identidad, la confianza se convertirá en el factor clave de diferenciación entre empresas. Aquellas que se ganen la confianza del consumidor retendrán la mayor parte de los flujos de pago

 

RM